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Los grandes bancos seguirán cerrando oficinas en Canarias, prevé Cajasiete

Como producto de la política de cierre de oficinas y recorte de plantillas iniciada con la crisis

Canarias Noticias - 24/05/2018

La presencia de las grandes entidades financieras seguirá disminuyendo en los próximos años en Canarias como producto de la política de cierre de oficinas y recorte de plantillas iniciada con la crisis, que, pese a la mejora económica, "va a continuar sí o sí" en las islas, según las previsiones de Cajasiete.

"Solo hay que escuchar a los directivos de las grandes entidades financieras españolas, que siguen diciendo que van a continuar reduciendo oficinas", ha destacado el director general de Cajasiete, Manuel del Castillo.

Y ha destacado que la cooperativa de crédito que preside está empeñada en ir a contracorriente de esa tendencia de cierres y despidos, como ha venido haciendo incluso en tiempos de recesión, en los que ha abierto nuevas sucursales para "cubrir un hueco que han dejado otras entidades en Canarias" al eliminar puntos de atención presencial al público en territorios donde ha aprovechado para tomar su relevo.

En un acto organizado para presentar en Las Palmas de Gran Canaria los resultados de Cajasiete del año pasado, que ya hizo públicos ayer en Santa Cruz de Tenerife, Del Castillo ha asegurado que el dispar devenir de su empresa respecto a la mayoría de las de su sector es consecuencia de la filosofía diferenciada que la guía desde su condición de cooperativa de crédito:

Elemento que determina que "la misión de Cajasiete es contribuir al desarrollo sostenible de Canarias, satisfaciendo las necesidades financieras de las personas", ha argumentado.

Como prueba de ello, ha aludido al hecho de que al término de 2017, cuando todos los indicadores de las cuentas de resultados de su compañía evolucionaron positivamente, solo 600.000 euros de los más de 11 millones de euros de beneficios que obtuvo después de ingresos fueron a pagar dividendos, los cuales habrían copado una proporción mucho mayor de ese montante de tratarse de un banco al uso, ha dicho.

Y ha recalcado, además, que los destinatarios de esos dividendos no son, como es habitual en el sector, accionistas, sino socios que participan en el negocio de la caja comprando títulos que vende al precio de 120 euros y que pueden adquirirse en la cantidad que se desee, desde solo uno al número que cada cual demande.

Socios que ha subrayado, por otra parte, que son mayoritariamente particulares, que suponen más de 43.000 de los 48.000 que posee en total, en tanto que el resto son empresas o cooperativas.

Esa singularidad de la forma de operar de Cajasiete, que se pone de manifiesto también en otros "hechos diferenciales, como el trato personal", es, según ha insistido, el factor que le ha posibilitado proceder de forma contraria a la generalidad del sector financiero.

Manuel del Castillo ha añadido que, de hecho, su empresa planea "seguir incrementando el número de personas que forma parte del proyecto", contratando más personal, y abrir más oficinas nuevas.

Su futura expansión se orientará, en todo caso, solo a la provincia de Las Palmas, donde aún tiene zonas de crecimiento potencial después de haber llegado a abarcar suficientemente el mercado en la de Santa Cruz de Tenerife, donde nació la entidad décadas atrás como una caja rural.

En concreto, Cajasiete estudia solo la posibilidad de ampliar oficinas en la isla de Gran Canaria, que es donde, después de haber creado dos nuevas sucursales el año pasado en Lanzarote y Fuerteventura, elevando a tres el número de las que posee en cada una de ellas, "tiene todavía recorrido, sobre todo en la ciudad de Las Palmas", ha avanzado.

Si bien no ha precisado en qué medida ni cuándo podría ponerse en marcha esa nueva fase de crecimiento de oficinas, que aún está por definir, según ha admitido.

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