ÚLTIMA HORA

DE LA DEMAGOGIA SOCIALISTA Y LA TRAGEDIA DE "LOS MANCEBOS"

Muchos de mi generación pensaban que Estados Unidos y todo lo que representa para la historia recién de la humanidad iba a triunfar sobre la demagogia que el Manifiesto Comunista ha impuesto sobre todo el Orbe. Al oscuro panorama que pinta para el orbe en mi natal Maracaibo ya la oscuridad impuesta por la saña y la lacra de los mancebos de los Castro y Luiz Inácio Lula da Silva es literal: días completos sin flujo eléctrico.

Maracaibo como región histórica guarda en sus cimientos el resultado de buenos textos puestos en práctica. Las repercusiones de las Siete Partidas y los textos anteriores al siglo XIX hicieron de mi natal Maracaibo un portento económico, que ni las guerras fratricidas del siglo XIX en Venezuela pudieron socavar.

Nuestra fidelidad a los principios básicos de derecho de propiedad y gobierno restringido nos hizo prósperos antes de la llegada del boom petrolero y mucho más allá de él. Los precios del mercado del plátano, hasta muy entrada la” tragedia de los mancebos: encarnados por Chávez, Maduro y su combo de lacayos, se generaban en lo que nuestros abuelos denominaban Zulia.

Ese Zulia que mis abuelos de la Inmaculada Concepción, conocida hoy como la Cañada de Urdaneta, conquistaron e impulsaron a tales confines ese portento que aquella región cedió su nombre para denominar al Estado y pasar a identificarse como “Sur del Lago”. Ese que diera denominación de origen al lomito, “Lomito Santa Bárbara” al “Queso de Mano” y al “Queso Palmita”. Tanta prosperidad que generaban mercadería a unos precios que los hacían manjar de pobres y ricos.

Ese Zulia que en medio y muy a pesar de la oscuridad impuesta por la “tragedia de los mancebos” sigue produciendo y aliviando el hambre impuesto en Venezuela. Ese Zulia que, lamentablemente alejado del libro de la política, espera porque el mundo al que creíamos pertenecer se ha convertido a la demagogia y ve casi impasible como morimos de hambre y mengua, mientras los criminales de guerra se ven recompensados por el usufructo de sus fortunas, ahora confundidos con los Barones de la Droga, comprando e invirtiendo en costosísimos bienes raíces.

Necesario es replantearse el resurgimiento de los Dragones del Zulia, cuerpo armado en defensa de los valores primigenios de la zulianidad: gobierno limitado, propiedad privada y respeto absoluto por las libertades individuales. Tal vez así, podamos salvar lo que queda de sociedad libre en toda América y el resto del mundo de la demagogia socialista y la “tragedia de los mancebos”.

Noticias más leídas del día