ÚLTIMA HORA

EL MAL NOS ENVUELVE

 

Procede aplicar aquello de “una cosa lleva a la otra”. Al abandonar las bases –creencias, tradiciones y valores- en los que hasta ahora se cimentaba la sociedad, entramos en la era de la confusión y el caos; entramos de lleno en la era del mal. El demonio, ya no se puede esconder por más tiempo porque se acerca el fin de su reinado, se acaba su tiempo y aflora en las personas que le dieron cabida, dirigiendo sus acciones.

 

 

Estamos presenciando el momento en que toda la basura –y es un eufemismo- sale a flote, para que se pueda eliminar; donde cada uno individualmente, se ha autodefinido como trigo o cizaña. Es el paso previo a la purificación del planeta.

 

 

Sin embargo, la historia se repite, y al igual en ocurrió en tiempos de Noé o en tiempos de Lot, muchos no creen que se vaya a producir dicha purificación -a pesar de las constantes señales del Cielo-, pues apelan a un Dios de bondad y misericordia, descartando Su justicia; y cuando Él se pronuncia y nos regala Su Palabra a través de Sus profetas, tampoco lo reconocemos pues no es lo que esperamos oír. Nos ocurre como a los israelitas que esperaban a un Mesías distinto del que vino; ellos esperaban que los salvara del yugo romano. Ahora esperamos a un Dios que salve nuestras 4 cositas y nuestra limitada vida terrena, pero creo que Él prioritariamente prefiere salvar almas para la eternidad. Lo más triste, es cuando este no reconocer, este rechazo, burla o indiferencia proviene de Su propia Iglesia.

 

 

A este respecto, proféticamente, la principal característica de estos tiempos “es que vienen sin ser vistos”. Para aquel no curtido en lides espirituales, todo va bien –mientras su entorno inmediato de bienestar se mantenga- y si uno le habla o muestra lo que está ocurriendo en el mundo, responderá con esa racionalidad atea hinchada e instigada por el mal: ¡éstas cosas siempre han ocurrido! Para comprobar si dicha afirmación es cierta, echemos un vistazo sólo a algunas de las “noticias reales” del panorama mundial en los apartados “Noticias sobre el mal 2018” y “Noticias sobre el mal 2017”. En síntesis, observamos que a día de hoy:

 

 

  • La gran ciudad de Río de Janeiro (Brasil) ha tenido que ser intervenida por las Fuerzas Armadas del país porque las bandas de delincuencia y crimen organizado tenían y tienen el control.

  • En México ya no sólo se mata a la gente, sino que se la tortura y decapita; esto se ha convertido allí en una práctica frecuente.

  • En Colombia, los asesinatos de grupos de personas y depravación de los cárteles de la droga, son el pan de cada día.

  • En Venezuela (país hasta hace pocos años rico) la gente emigra en masa hacia los países colindantes, aunque éstos ya les han cerrado sus fronteras y el pueblo muere de hambre bajo la dictadura de Maduro. La última moda allí es el auge de la santería, profanación de cementerios y satanismo.

  • El Salvador, Honduras y otros países del entorno están seriamente afectados y amenazados por las “maras” o pandillas de delincuentes que aterrorizan a la población, y que ya afectan también a EEUU.

  • Además, contamos con una larga lista de países afectados a gran escala por el terrorismo, tal y como sucede en África u Oriente Medio.

  • Y diversos males aquejan a otras muchas naciones del mundo: migraciones masivas, continuos brotes epidémicos, millones de abortos permitidos por ley, degeneración social sin límite, atrocidades y otras impactantes manifestaciones del mal.

 

  • En el caso de España, el caos que algunos desean implantar proviene por una parte, de la fractura y resquebrajamiento del país a través del conflicto catalán, cuyas bases para el pretendido independentismo están radicadas en bajos aspectos dominados por el egoísmo, ansias de poder y dinero. Por otra parte, se pretende una reversión de valores morales y sociales, procurando eliminar todos aquellos cimientos en los que hasta ahora –a través de nuestra historia- nos hemos fundamentado; de hecho, si pudieran, y así lo han intentado (tanto los del partido Podemos como algunos partidos de izquierda), derrocarían la monarquía para instaurar su república, pues el bando que lo pretende, es en realidad, el mismo bando del año 36.

 

  • En el caso de Canarias, dicha erradicación de valores morales y sociales está apoyada, impulsada e incluso financiada con fondos públicos por nuestros propios organismos a través de las Concejalías o Consejerías de Igualdad y otras, en Ayuntamientos, Cabildo y Gobierno de Canarias. Algo muy similar sucede en Andalucía.

 

 

Estamos en ese increíble punto de tergiversación y manipulación de conceptos –auspiciados por el mal- en que hasta para orinar tenemos que plantearnos a qué baño tenemos que entrar o si debemos sentarnos o quedarnos de pie; pues buscan acabar hasta con los principios más básicos y esenciales del ser humano. El Diablo a través de los suyos, los que le han dado paso -sean o no conscientes de ello-, pretende abolir todas las Leyes de Dios y todo lo que Le represente o simbolice. Y así, hemos llegado –empleando su misma terminología- a los tiempos de la “cristianofobia”.

 

 

Profética e históricamente, nosotros nos encontramos en ciernes del momento previo a la caída de la economía, al cisma en la Iglesia, al caos social generalizado y a la tercera guerra mundial que convulsionará y diezmará a la población mundial. Sé que no gusta oírlo pues son acontecimientos muy duros y desagradables, pero tampoco podemos cerrar ojos y oídos a algo que –al margen de las profecías- es evidente que se lleva tiempo fraguando y ya se despliega ante nuestros ojos.

 

 

Con respecto a la economía: observamos los fuertes y continuados descensos que están afectando a las monedas virtuales o criptodivisas; y esto, al margen de los países que ya viven sumidos perennemente en la pobreza. Estos contundentes vaivenes económicos, terminarán por provocar en breve la caída del dólar y éste arrastrará tras de sí a las economías de otros países. Tras ello, se creará una nueva única moneda mundial y se procederá al implante del microchip impulsado por el Nuevo Orden Mundial, que lo conformarán los 10 países con más poder en el mundo. (Daniel 7:24).

 

 

Previamente, se ha preparado el escenario para la implementación de estas medidas. Las gentes, acostumbradas a aceptar y ansiar cualquier novedad tecnológica, carentes de fe y creencias religiosas, tomarán estos cambios como una novedad o modernidad más, y se implantarán en sus cuerpos el microchip –siendo ellos mismos quienes lo soliciten-. El pretexto será que ante la nueva situación, ante el caos reinante y por razones de seguridad, su injerto en la piel será necesario para tener acceso a diversas prestaciones (bancarias, sanitarias, etc.); además, humanamente, les otorgará nuevas capacidades. Al implantárselo, estarán vendiendo y perdiendo irremisiblemente su alma para la eternidad. De hecho, ya hay muchas personas que lo tienen injertado en su cuerpo, en Europa y EEUU; incluso algunas empresas lo fomentan y aplican entre sus empleados.

 

 

En cuanto al “Cisma en la Iglesia”: éste será el punto de partida para otros acontecimientos. Estamos en los tiempos predichos en los mensajes de Akita (década de los años 70): “se enfrentarán obispos contra obispos y cardenales contra cardenales”. Esto ya está ocurriendo entre los purpurados, pues hay quienes que quieren dar por bueno lo que no lo es -ante los ojos de Dios-, y otorgar su bendición a las parejas homosexuales y a la ideología degénero. También los obispos se están enfrentando; en Cataluña, muchos han tomado parte políticamente, apoyando el pretendido independentismo. Con este planificado cisma, que ya toca diversos frentes, derrocarán al Papa Francisco, culpándole a él de la situación de la Iglesia y darán paso al antipapa.

 

 

El caos social lo palpamos. No sólo viene como consecuencia de crisis económicas, enfermedades o epidemias –que se están extendiendo masivamente por el mundo-. Es un caos que proviene de dentro hacia fuera. Ahora, cada uno externa lo que lleva dentro y por eso vemos las cada vez más frecuentes manifestaciones del mal; pero aún es peor, cuando éstas se producen de forma socialmente organizada.

 

 

En lo relativo a la Tercera Guerra Mundial, ya no hay duda de su meticulosa y prolongada preparación por parte de las diversas potencias. Sólo falta la chispa que provocará su detonación y que provendrá de un país pequeño; presumo que se trate de Corea del Norte. Previamente, y en cumplimiento a lo profetizado, las guerras en Oriente Medio se extenderían al mundo; y así ha sido; en ella han participado y participan las grandes naciones, creándose en la actualidad nuevos frentes y nuevos intereses confrontados. En este sentido, el mundo sufrirá el azote e invasión delComunismo (China, Rusia y todos los pequeños países comunistas diseminados por el mundo que ya disponen de armamento), pues finalmente, no se cumplió la petición del Cielo de consagrar a Rusia al Inmaculado Corazón de la Virgen antes del 100 aniversario de las apariciones en Cova de Iría (Portugal), que se cumplió el 13 de Mayo de 2017.

 

 

Y a pesar de todo, ante este panorama desolador, la visión espiritual nos permite entender que estamos en un “momento privilegiado de la historia de la humanidad”; pues será el punto de inflexión para dar paso a la nueva civilización; al nuevo mundo. Ese cambio, se producirá en los corazones “en medio de la guerra” –tal y como sucedió en Medjugorje-; es el denominado “Triunfo de la Inmaculada”; el triunfo del bien sobre el mal, y nosotros podemos ser –si así nos disponemos y laboramos en consecuencia-, los precursores.

 

 

Es cierto que la previa purificación del planeta vendrá acompañada de fuertes fenómenos naturales y cataclismos tanto internos como provenientes del espacio exterior; el hombre recogerá lo que ha sembrado; por ello, habrá una purificación venida de la mano del mismo hombre y otra divina. Lo que muchos no entienden es que la Justicia Divina es parte de la Misericordia de Dios para lograr así salvar almas.

 

 

Pero tengamos en cuenta que aunque sea una perspectiva apocalíptica, es real, y no podemos cerrar ojos y oídos a ello porque no nos guste; de hecho, es lo que está aconteciendo y ahí están las noticias que lo demuestran (aunque quizás aún no afecten a nuestro pequeño entorno de bienestar). El momento que nos ha tocado vivir es el descrito en el Libro del Apocalipsis, se quiera o no se quiera ver u oír. Y si el Señor ahora se está llevando grupos de almas escogidas por Él de este mundo, es también muchas veces un acto de misericordia, para que no tengan que pasar o vivir lo que en breve acontecerá en el planeta.

 

 

Espiritualmente, los creyentes sabemos que la vida o el tránsito por este mundo es un sólo un pequeño paso, y la verdadera vida -la que cada uno se haya labrado-, viene después: la eternidad. ¡Y sí que existe un Cielo, un Purgatorio y un Infierno! No es un cuento de ficción.

 

 

Además, el Cielo nos regala un manual de instrucciones para vivir estos tiempos; no nos dejan solos; nos ayudan en el día a día y nos acompañan; y la cruz nunca es superior a nuestras fuerzas (aunque a veces lo parezca); y ésto lo saben bien quienes siguen al Señor y siguen Sus caminos.

 

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