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GRAN CANARIA MERECE UN CABILDO MEJOR

El pasado 10 de abril el grupo de gobierno del Cabildo de Gran Canaria, compuesto por Nueva Canarias, PSOE y los dos tránsfugas comprados con cargos y sueldos, presentó su pobre balance de los 1.000 días de mandato. Un acto que, como es costumbre de la casa, se convirtió en un nuevo mitin propagandístico, pagado con el dinero de todos los grancanarios, para tratar de ocultar el estrepitoso fracaso de su gestión.

Ante tan raquítico balance y la imposibilidad de vender logros propios, Antonio Morales y sus socios intentaron apropiarse de los éxitos ajenos, esto es, del crecimiento económico y la creación de empleo que, en Gran Canaria, como en el conjunto del Archipiélago y el resto de España, son producto de las políticas del gobierno de Mariano Rajoy y, por supuesto, del esfuerzo y sacrificio de los españoles.

Crecimiento y empleo que, curiosamente, tanto Morales como sus socios critican con dureza cuando se trata de valorar las espectaculares cifras de creación de empleo en España ofrecidas por el Gobierno del PP, argumentando siempre que se trata de empleo precario, debe ser que saben que no es verdad lo que dicen.

Además, llegan a afirmar que Gran Canaria va mucho mejor en ese crecimiento que el resto del Archipiélago. La realidad, por desgracia, demuestra lo contrario. En Gran Canaria se crean menos empresas, se firman menos hipotecas, crece menos el índice de confianza empresarial, aumenta menos la afiliación a la Seguridad Social, disminuye menos el número de parados, según la EPA, que en Tenerife. La tasa de paro se reduce menos que en el conjunto del archipiélago, y la diferencia de turistas con Tenerife se consolida en 1,6 millones de visitantes al año en contra de Gran Canarias.

Estos son los parámetros que Morales eligió libremente para argumentar que Gran Canaria era, gracias a él, la isla que mejor va y la que lidera la economía de Canarias. De los muchos otro que no eligió es mejor no decir nada.

Lo cierto, al margen de la propaganda de Morales, es que Gran Canaria es una gran Isla. Somos una isla emprendedora, trabajadora, una isla que siempre está abierta y nunca descansa.

El problema de Gran Canaria está en la ausencia de un Cabildo que lidere de verdad la Isla y apoye las iniciativas de la sociedad grancanaria. Un Cabildo que no deje de ejecutar tantos millones que terminan acumulando telarañas en los bancos para felicidad del Tío Gilito que preside el Cabildo.

Afortunadamente Gran Canaria sabe funcionar al margen de su Cabildo hasta donde es posible y a partir de aquí, donde no es posible, el gobierno insular es un lastre para la isla.

Necesitamos un Cabildo que tenga, de verdad, un proyecto ejecutivo de progreso y desarrollo. Con políticos gestores y eficientes, y no con la pandilla del 79 de Morales y Ramírez, dedicada en exclusiva a la propaganda permanente con los impuestos de todos y sin otra ambición que demostrar que ellos son los que mandan aunque no sepan para qué.

Alguno incluso más preocupado por el Frente Polisario que por los derechos de los vecinos de Gran Canaria.

Si nos fijamos en la foto del citado acto-mitin, Antonio Morales tenía a su izquierda a María Nebot, y a su derecha a Ángel Víctor Torres. Me parece una foto muy representativa de lo que, por desgracia, es hoy el Cabildo de Gran Canaria.

María Nebot es, junto a Miguel Ángel Rodríguez, una de las dos consejeras tránsfugas que sostiene al gobierno insular. Dos personas que abandonaron el Grupo por el que fueron elegidas y se fueron raudos y veloces, comprados con sueldos y cargos, a apoyar a PSOE y NC. Razones indispensables y básicas, estas últimas, para apoyar a Morales

Ángel Víctor Torres, por su parte, es el consejero que más dinero deja de ejecutar, centrado como está en intentar hacerse con el control del Partido Socialista Canario y su Grupo Parlamentario. Solamente en 2017 dejó de gastar 38,6 millones de euros entre la Consejería de Obras Públicas, Infraestructuras y Deportes (26,9 millones de euros) y el Instituto Insular de Deportes (11,7 millones). El año 2016 fue algo parecido.

Torres es además el responsable de la penosa situación de las carreteras de Gran Canaria y, como acabo de explicar, no por falta de presupuesto.

Las carreteras ejemplifican muy bien lo que está siendo el abandono y la ausencia de gestión durante este mandato en el Cabildo de Gran Canaria.

Gran Canaria necesita al frente de la Institución Insular otra mentalidad y otro equipo gobernante. Un equipo ejecutivo del siglo XXI que, lejos de frenar inversiones, las estimulen. Que entiendan que Gran Canaria es una isla plural donde hay que contar con todas las sensibilidades de la sociedad civil que quiera sumar, y no sólo con los que son de la misma cuerda.

La más de 2.000 personas pendientes de una plaza sociosanitaria la sufrida población que soporta con resignado estoicismo las carreteras y los atascos diarios en nuestra Isla, los creadores que ven cómo se apaga la política cultural, los parados que sufren la baja ejecución de las partidas económicas para fomento de empleo, las empresas que buscan la diversificación y la internacionalización y ven como el Cabildo las señalan, los estudiantes que sufren con becas que se adjudican con el curso terminado, las familias y deportistas que sufren la ausencia de un plan de infraestructuras deportivas, las personas sensibles que ven como nuestras mascotas son mal tratadas y sufren con las matanzas de cabras asilvestradas con absoluta crueldad... Todos ellos necesitan y merecen otro Cabildo, un Cabildo mejor.

Lo único bueno de los mil días perdidos es que ya queda muchos menos para el cambio. Cambio necesario para que los grancanarios y las grancanarias tengamos el Cabildo líder, moderno y ejecutivo que necesitamos y merecemos.

Felipe Afonso El Jaber

Portavoz del Grupo Popular en el Cabildo de Gran Canaria

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