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LA NECESARIA INDEPENDENCIA DE LOS FUNCIONARIOS

Sin funcionarios honestos e independientes, que estén al margen de los vaivenes de la clase política, difícilmente puede un país funcionar como es debido. Quizás sea este el motivo por el cual somos un colectivo envidiado – sobre todo por el poder político ya que saben que están de paso, y por todos los medios quieren alargar su estancia en los puestos en los que los han colocado y, en la mayoría de los casos, sin conocimiento alguno de la materia a gestionar- Puestos a los que han llegado por el solo merito de haber medrado en un partido para poder incluirse en sus listas electorales.

La independencia de las Administraciones Públicas y de los funcionarios, frente a los vaivenes políticos y cambios en las designaciones, es el mayor garante del que dispone nuestro sistema para garantizar el correcto funcionamiento, al margen de injerencias externas o intereses particulares de algunos que están lastrando nuestra Administración hacia el pozo de la corrupción.

Por todo ello, pese a que somos trabajadores cualificados y profesionalmente independientes para poder garantizar el funcionamiento de la maquinaria burocrática, lamentablemente estos últimos años hemos vivido una politización mayúscula de la Administración, con unos injustos recortes y campañas de desprestigio hacia un colectivo que ha mostrado un comportamiento ejemplar en los diferentes sectores de la sociedad donde desempeña su labor diaria.

Se deberían articular medidas efectivas para poder luchar contra las injerencias y presiones políticas a las que son sometidos, en muchos casos, estos profesionales de tal manera que todo aquel que denuncie irregularidades se pueda sentir protegido en vez de perseguido. Será quizás este uno de los motivos por los que la Oferta de Empleo Público haya estado tantos años paralizada por causa de los recortes presupuestarios, amparados en una crisis utilizada por muchos para frenar el numero de plazas convocadas y acudir a la precariedad de las listas de reserva

En resumen, los funcionarios estamos para asegurar la eficacia en la gestión de los servicios públicos, no estamos para actuar al dictado de los políticos que en ocasiones nos mandan. Nuestro cometido es serles útiles al ciudadano, no al poder de turno. Exijamos las órdenes por escrito y en caso de que los superiores jerárquicos insistan en su orden, dejen constancia de vuestro rechazo y, en casos más extremos, pongan los hechos en conocimiento de la Policía, Fiscalía o de los órganos judiciales No permitamos que la clase política siga recurriendo a la arbitrariedad cuando los funcionarios no les son afines o les llevan la contraria. No toleremos el abuso de la figura de la libre designación defenestrando a los funcionarios según el interés del partido que gobierna.

Esteban Vega Martín. Responsable Provincial Sector Autonómico CSI-F Las Palmas

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