ÚLTIMA HORA

REDICHOS DE JUAN DE PORTOPLANO SOBRE EL MORIR

                        0. Recorrió las calles de su pueblo y descansó sus pasos en unos de sus bares preferidos, dónde a la luz del sol miraba y remiraba el interior y el exterior. Al final, de cuentas, solo intentaba soñar una frase, que encerrase una verdad rellena de bondad y bien, igual que los físicos matemáticos sueñan con una ecuación que explique el universo.

                        1. Quizás, más cansado de lo habitual sentía el zarpazo de la enfermedad sobre el mismo o algún cercano, de un momento a otro, a una persona, una familia, le cae la sentencia del diagnóstico de una patología, y todo cambia, se estrella con ella, la realidad de la muerte, y todo se transforma en unos minutos:

                        - Cómo encontrar ideas-frases que sosieguen, pero tengan una pata en cimientos de verdad y el otro pilar, sea de la bondad.

                        - Es difícil encontrar una adecuada y equitativa y justa y prudente compasión de uno mismo y en uno mismo.

                        - Perdonarse a uno mismo, pero no volver a caer en el mismo error, qué difícil es.

                        - Siempre habría que prepararse a la muerte, sin obsesiones, pero más cuándo se llega a una determinada edad.

                        - Sin angustia debes saber, que vas a fallecer, el problema, es vivir y existir bien y con bondad en esta vida, y en segundo lugar, si después existe Algo más, o no existe.

                        - Existen multitud de medicamentos para hacer los últimos meses y semanas y días de vida, hacerlos más pasables, con menos sufrimientos.

                        - No desees la muerte, no adelantes la muerte, vive de forma digna y honesta y moral y correcta, y cuándo llegue la muerte, afróntala con respeto pero sin miedo, si existe Algo después, habrás vivido y existido en la vida con dignidad y humanidad y moralidad, si no existe nada después, en esta vida habrás dejado el menor y menos sufrimiento posible.

                        - No compliques la realidad de la vida, de tu vida, así te será más fácil existir en esta vida, y en la Otra Vida.

                        - Arrepiéntete de lo que debas arrepentirte, arrepiéntete, y rectifica el existir negativo.

                        - Unos, tendrán más sufrimiento al final de la vida, y otros menos, pero unos y otros, tendrán o tendremos que sufrir nuestras circunstancias, y no adelantar el tránsito.

                        - Intenta a una persona buena y bondadosa, aunque no sea perfecta no minusvalorarla, ningunearla, despreciarla en tu vida, así cuándo llegue la guadaña de la muerte, temerás menos dicha realidad.

                        Intenta no despreciar, minusvalorar, ningunear a nadie, sea buena persona o sea menos buena persona, así te evitarás multitud de problemas en esta vida y en la Otra.

                        - Ten presente, que al final, no sabes cuántas veces te queda de respirar aire y oxígeno en este mundo, por tanto, vive cada día, como si fuese el último, y así de ese modo, sin angustia, sin sufrimiento, harás el mayor bien posible y el menor mal posible para ti, para tus cercanos, para los demás.

                        - No olvides que el mal que hagas, lo irás recordando durante lustros y décadas, quién sabe si hasta el final de la existencia.

                        - Todo el mundo teme la muerte, pero más tememos si existe Algo después, y no estamos bien preparados.

                        - Arrepiéntete cada día del mal que hayas podido hacer, y quizás, temas menos el momento del morir.

                        - Distingue entre el bien y el no bien y el mal, así evitarás hacer el mal, así intentarás evitar que otros te hagan mal.

                        - No busques problemas nunca, no evites los problemas si te vienen. Así construirás mejor tu presente y tu futuro.

                        - Es imposible encerrar la vida en una frase, ni siquiera es posible totalmente encerrar aspectos de la existencia en una frase, de alguna manera estamos todos perdidos, por eso, solo cabe caminar mirando la luz del bien y de la verdad, con prudencia.

                        - Cuándo llega la enfermedad, intenta que el saber ortodoxo y la ciencia y la medicina te cure, y por otro lado, intenta reconciliarte contigo mismo, y vivir, los días o semanas o meses o años que te resten en dignidad y en humanidad.

                        - No olvides la posibilidad de que exista el Ser Supremo, y así te será más fácil la vida, más fácil la muerte, mejor el Después de la muerte.

                        - Se le acercó un convecino y le preguntó: “Usted que tiene fama de sabio bondadoso, por qué ha tenido que fallecer mi hijo, mi madre, mi abuelo, mi nieto”.

                        Y Juan de Portoplano le contestó: “¿Qué sucedería si ningún árbol o planta del campo muriese y naciesen más y más de año en año, de siglo en siglo?”.

                        El convecino, aliviado y agradecido, se marchó, dándole las gracias por su consejo.

                        - Si leyésemos más biografías y dichos y palabras de los grandes hombres y mujeres de bondad, es decir, santos y santas, quizás nos entenderíamos mejor a nosotros mismos, quizás comprenderíamos mejor a los demás.

                        - No nos engañemos, muchas formas de sufrimiento y muchas maneras de muerte, no las causamos nosotros, al no llevar una vida saludable físicamente, o saludable moralmente, o saludable espiritualmente, o saludable materialmente. Nosotros mismos nos adelantamos la muerte, sin darnos cuenta, con nuestras costumbres o hábitos negativos o perniciosos.

                        2. El de Portoplano se alejó, llamó al camarero, le dio el dinero, y alejándose iba cabizbajo intentando entenderse en el bosque de ideas, datos, hechos, conceptos, sentimientos, emociones, cosas de la naturaleza, creaciones humanas, recuerdos, miedos y temores que todo ser humano arrastra.

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