Absurdo y torpe el comportamiento de Cristina Cifuentes y peor aconsejada desde el comienzo de este malhadado suceso, producto de una ambición mal entendida y con peligrosas consecuencias para el PP y su presidente que pueden derivar en la pérdida del gobierno de la Comunidad de Madrid. Entre sus múltiples errores, por no decir el peor, ha sido el pregonar a los cuatro vientos que “cuenta con el apoyo del presidente para no dimitir”, algo muy cuestionable y una arriesgada afirmación gratuita que compromete al Jefe del Ejecutivo y dice muy poco en su favor.
La postura de Ciudadanos, aunque criticable en algunos aspectos, como es el pretender desprestigiar a un miembro importante del Gobierno, no olvidemos que se trata de discrepancias entre políticos. La formación de Rivera hace bien defendiendo que, el desdecirse por renunciar a algo que nunca perteneció a Cifuentes, léase el famoso master, no es correcto ni admisible y todo un fracaso para un partido que hasta el momento ha actuado coherentemente, algo de lo que por desgracia andan hueras los restantes formaciones .
Los últimos acontecimientos están complicando todavía más al ya de por sí atormentado presidente Rajoy, ocasionados por el enfrentamiento protagonizado entre el Supremo y el ministro Montoro, desmintiendo la información de la Guardia Civil y los autos del juez LLanera, sobre la utilización de dinero público en el referéndum del 1-0, unido al ya citado tema propiciado por el polémico master de Cifuentes.
De cara a la festividad del "2 de Mayo", la presidencia de la Comunidad de Madrid es todo un mar de dudas comparativamente con los fastos de la época de Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre e Ignacio González. Por el momento y en línea con el pasotismo rajoniano, todo parece indicar que será Cifuentes quien reciba a los invitados en lo alto de la escalera aunque puede suceder de todo, suponiendo que se mantenga en el poder.
Por parte de un sector del PP presionan sin ocultarse para que doña Cristina abandone antes de que prospere la moción de censura la derribe y pasando Gabilondo (PSOE) a ocupar su puesto, donde los demás interpretan una responsabilidad política de la presidenta que le obliga a dimitir por pura ética, si bien ella considera que se debe a un descarado acoso, culpando a todos aquellos que están en su contra en base al empeño por aclarar todas las presuntas irregularidades cometidas en la etapa de Aguirre, Gonzáles y Granados, situación que lo complica todo, corriéndose el riesgo de que afloren nuevos casos de corrupción.
Entre los miles de comentarios que están apareciendo en las redes sociales y otros medios de comunicación, existen dos razonamientos dignos de ser resaltados y que bien merecen, aunque solo sea por respeto a la ciudadanía, una contestación por parte de la actual presidenta de la Comunidad madrileña. En primer lugar,al haberse referido en diversas ocasiones que solo dimitiría si se lo pidiese Rajoy, pero no se lo plantea cuando se lo demandan los madrileños que son sus votantes. ¿A que obedece tal diferenciación? ¿es democrática su postura?. Y a continuación, todavía se entiende menos el que si renuncia al título del mencionado master es porque es falso y como consecuencia tendría que dimitir, pero si el título es auténtico, no habría lugar a tal renuncia ni eliminarlo de su C.V. Tan espinoso tema está engendrando problemas y enfrentamientos no solo en el,ámbito del PP sino que afectará a otros partidos del arco parlamentario....¡¡Tiempo al tiempo!!
