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El frío junto con la polución incrementan los ingresos por embolia pulmonar

Canarias Noticias - 27/03/2017
Polución

Un estudio del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid ha desvelado que existe una relación entre las bajas temperaturas y las altas concentraciones de contaminantes ambientales con el aumento de la probabilidad de ingreso hospitalario por embolia pulmonar.

El estudio, realizado por el Servicio de Neumología de este hospital, ha evaluado durante un periodo comprendido entre 2001 y 2013 a más de 100.000 pacientes ingresados por esta patología en toda España, y ha sido publicado en la revista European Journal of Internal Medicine.

Los resultados de la investigación muestran que existe una asociación entre el frío y una concentración más alta de algunos contaminantes ambientales como el dióxido de nitrógeno y el ozono, con el aumento de los ingresos hospitalarios por esa enfermedad.

Según Javier de Miguel Díez, jefe de la sección de neumología del hospital, "se observó que las hospitalizaciones por esta patología fueron más frecuentes durante las estaciones más frías, con picos en otoño e invierno, en los meses de noviembre y febrero, donde se concentra la mayor parte de los episodios de embolia pulmonar".

Y además, se constató que correspondía con los picos más altos de polución en las grandes ciudades.

Los datos ambientales se obtuvieron teniendo en cuenta los códigos postales de todos los pacientes mayores de 18 años incluidos en el momento de la hospitalización.

Sin embargo, "existe la posibilidad de que los factores ambientales no tengan un papel determinante sobre la mortalidad ya que durante la investigación se ha observado que el mayor registro de muertes por embolia pulmonar se produjo durante las estaciones más cálidas, como son primavera y verano".

La embolia pulmonar es una enfermedad potencialmente mortal, que se produce cuando una parte de un trombo se desprende generalmente de las extremidades inferiores y se enclava en las arterias pulmonares.

Se estima que la incidencia es de un caso por cada 1.000 habitantes, aunque en los últimos años se ha observado un aumento en la tasa de hospitalizaciones por esta causa.

Entre los factores de riesgo se incluyen la edad, los antecedentes de haber sufrido esta patología, el cáncer, las enfermedades neurológicas con parálisis de extremidades, los trastornos médicos que requieren reposo prolongado en cama, como la insuficiencia cardiaca o respiratoria, o la terapia hormonal sustitutiva, entre otros.

Para la realización de este estudio el doctor De Miguel ha contado con la colaboración de un grupo de investigadores del Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

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