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Se acabó lo de tener que elegir entre tinto, blanco o rosado

Canarias Noticias - 22/08/2017

En Bodegas Santa Margarita tienen claro que hay un sector de la población al que los vinos más tradicionales no les hacen tilín, bien sea por falta de costumbre en el consumo o bien sea por necesitar estímulos diferentes. Se trata sobre todo de gente joven, a la que ahora llegan con la gama PasionWines, apostando por la innovación y creando nuevas experiencias de consumo con las que marcar tendencia.

PasionWines está integrado por ocho vinos diferentes. Ocho tonalidades, cada una con su razón de ser. Abrió la gama el azul PasionBlue, en origen un blanco chardonnay al que se le añadió la pigmentación azul procedente de una variedad de uva tinta muy común de la zona. El éxito fue inmediato y su presencia es cada vez más frecuente en todo tipo de eventos. No pasa inadvertido y capta todas las miradas gracias a su frescura y distinción.

La gama se completa con el Pasion Red, el Pasion Gold, el Pasion Rose, el Pasion Orange, el Pasion Green, el Pasion Pink y el más reciente Pasion Cherry, siempre con pigmentos de procedencia natural. Todos ellos diferentes y con personalidades muy marcadas, con una versatilidad que rompe esquemas. Y todos con una presentación atractiva y muy cuidada, singulares pero no extravagantes. La cápsula y la etiqueta se complementan, no desentonan, con un diseño limpio, claro y moderno que no deja nada al azar ni se olvida del color de cada vino.

El contraste entre vista y gusto

Una de las premisas esenciales de la bodega a la hora de lanzar esta gama de vinos es que, además de captar la atención, fuesen "fáciles de beber y abriesen el paladar a nuevos gustos". Al final, se logra una nueva experiencia sensorial, en la que la vista tiene mucho juego. "Los aromas y los sabores mantienen su importancia en estos vinos, pero el aspecto visual, con colores muy atractivos, es sin duda el que mayor fuerza aporta", declaran los responsables del proyecto.

No en vano, la elección de cada color fue acompañada de un análisis previo de sus propiedades. Utilizan las técnicas de la colorterapia para que en su fase visual cada vino enlace con las experiencias más positivas de la vida. Son también, por esta razón, vinos que se recuerdan con mayor intensidad.

Quizá lo que más impacte a la hora de consumir los PasionWines sea el contraste entre las expectativas que puede causar el color y lo que nos encontramos cuando recorren nuestras papilas. Así, el verde se puede asociar con la menta, pero en realidad, aunque los pigmentos se extraigan de clorofilas, su única influencia en el vino es la coloración. "El consumidor piensa que en la fase gustativa el vino también va a recordarnos aromas y sabores de clorofilas –detallan desde la bodega- pero la sorpresa está asegurada al comprobar que no es así".

De ahí que los PasionWines sean tan polivalentes. Suponen una garantía de triunfo tanto si se consumen solos como si van acompañando una comida o un postre, y no digamos ya el ambiente que ayudan a construir en fiestas, tapeos o en el ámbito de la coctelería.

Éxito internacional

A pesar de estas cualidades, un producto tan atrevido siempre es una incógnita en los mercados. Las expectativas de la bodega no eran malas, pero siempre puede quedar margen para la duda. En cambio, el éxito es patente. En el mercado nacional, la demanda no deja de crecer, y a nivel mundial han cruzado aún más fronteras de las que pensaban. Hoy, los PasionWines llegan ya a países como Holanda, Bulgaria, Reino Unido, Canadá, Dinamarca, Grecia, República Dominicana, Suecia, Francia o Japón. Son mercados que han avalado el producto con una magnífica aceptación.

Avanzar sobre la tradición

Si algún ortodoxo se está rasgando ya las vestiduras, en el caso de que haya logrado leer hasta aquí, lo que debe saber es que las innovaciones de PasionWines respetan en todo momento la tradición que caracteriza a Bodegas Santa Margarita.

La viticultura, la recolección, el proceso fermentativo o el embotellado de esta gama siguen criterios totalmente tradicionales. Y a la vez modernos, ya que la empresa cuenta con unas instalaciones equipadas con tecnologías muy novedosas. Como ejemplo, los depósitos de fermentación monitorizan y controlan constantemente las temperaturas. El propósito es la máxima garantía de la calidad alimentaria ante el consumidor.

Pero tradición no debe ser sinónimo de inmovilismo, de aburrimiento incluso. Lo sabe –y lo aplica- muy bien el equipo de la bodega. Es gente joven, pero que acumula ya una amplia experiencia en el sector, lo que les permite desprenderse de estereotipos y trabajar con versatilidad y sin complejos. De este modo, tal como reconocen, pueden mantener la tradición y calidad de sus vinos más clásicos y a la vez investigar y desarrollar nuevas ideas capaces de conquistar nuevos públicos. Es, por cierto, una amplitud de miras que aconsejan para el conjunto del sector vinícola español.

Y es que quizá a partir de la línea PasionWines muchos consumidores acaben llegando a la gama más clásica de la bodega: Hoya Hermosa. Es una línea que mantiene un carácter más conservador, con vinos galardonados internacionalmente. Actualmente se está trabajando en la renovación a fondo de su imagen para no dejar indiferente a nadie.

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