Derecho a Vivir en Gran Canaria aborda la cuestión de los vientres de alquiler y el síndrome postaborto
La plataforma Derecho a Vivir en Gran Canaria convoca las II Jornadas de #CienciaDav este viernes 1 de diciembre, con el lema ‘Conoce la realidad. Fórmate para opinar con fundamento’. En concreto, tendrá lugar a las 19:00 horas en el Club La Provincia (c/ León y Castillo, 39 – Las Palmas de Gran Canaria).
Las jornadas de esta segunda edición se celebrarán desde las 19:00 hasta las 21:00 horas, en las que se abordarán dos temas principales: el aborto y los vientres de alquiler. Así, la primera ponencia ‘Vientres de alquiler. Una nueva forma de explotaciónʼ, estará a cargo de María Luisa Peña Gallo, miembro de la asociación Profesionales por la ética.
Luego será el turno del psicólogo y terapeuta Eduardo Hernández Felipe, quien hará su exposición sobre ‘Síndrome postaborto. Una forma de violencia contra la mujer’. Y por último, los asistentes podrán escuchar el testimonio de una mujer que tras ser agredida sexualmente, quedó embarazada y eligió la vida para su hijo.
En este sentido, la delegada de Derecho a Vivir en Las Palmas, Romina Gemignani, asegura que la segunda edición de estas jornadas surgen tras el éxito de las anteriores. “la intención fundamental es reflexionar, profundizar en los razonamientos y en la mejor forma de actuar en defensa del valor de cada vida, para no caer en el fácil error de asumir sin más los argumentos emocionales a los que acaban recurriendo, como único recurso, quienes defienden el atentar contra este derecho primero y fundamental de todo ser humano”, detalla.
“Nos proponemos por ello.- continúa Gemignani-, razonar sobre la ética y la dignidad hacia las personas y nuestra responsabilidad como sociedad. Para ello, prometemos unas jornadas muy interesantes y fuera de lo políticamente correcto y del discurso único que quieren imponernos”.
“Animamos a todos a acudir a este encuentro en el que contaremos con la intervención de destacados profesionales. Es hora de abrir los ojos y forjarnos nuestros propios criterios”, concluye.