Madrid y el turismo, una relación de lujo

El turismo madrileño es en líneas generales un turismo culto que disfruta conociendo la historia de la ciudad, visitando sus museos o yéndose de cañas, pero los responsables del turismo de la ciudad quieren acabar de consolidarlo.

Si hay una ciudad que genera constantes noticias sobre turismo, esta es Madrid, la capital de España que a finales de Enero acogió la Feria Internacional del Turismo Fitur, todo un emblema a nivel internacional que este año llevó a cabo su edición más tecnológica.

Y mientras que Palma de Mallorca, Baleares, Benidorm y otros destinos turísticos españoles no se salvan de lo que se denomina como turismo salvaje, el que causa destrozos y crea conflictos, Madrid se está quedando al margen. Influye que la capital no tenga playa, pero los servicios también se han parapetado contra ello, al tratar de buscar la excelencia por encima de todo.

El turismo madrileño es por linea general un turismo culto y la idea de tomarse unos huevos rotos e ir de cañas mientras se conoce el Madrid de los Austrias, es una oferta que no está destinada únicamente a un núcleo específico de personas y mucho menos a aquellos que sólo buscan emborracharse.

Desde el CEIM, Confederación Empresarial de Madrid, cuentan que esto tiene que ver porque la oferta turística madrileña invita más a la conversación que al botellón, más a disfrutar de sus museos y de un ocio nocturno mesurado que a salir hasta entrada la madrugada.

Los europeos viajan a Madrid llevados por la oferta cultural y gastronómica

El hecho de que no dejen de crecer ofertas turísticas culturales como los tours gratis en Madrid en la que se da a conocer la ciudad por jóvenes entusiastas y estudiosos de la ciudad, hace que este turismo se asiente.

Un 16% del turismo madrileño procede de EEUU, pero franceses e ingleses se llevan la palma. Los europeos suelen viajar a Madrid llevados por la oferta cultural pero desde hace años se ha abierto una nueva brecha para el turismo, la oferta gastronómica.

El hecho de que en Madrid se pueda degustar un buen cocido pero también una buena mariscada de la mejor calidad como si se estuviera en un puerto gallego, la hace crecer, así como la gran oferta de restauración moderna en la que no faltan restaurantes con estrellas Michelín.

Los hoteleros pugnan para hacer crecer este turismo responsable y enfocarlo hacia las compras, algo que agrada mucho a este 4% de turistas que visitan Madrid, los rusos, que además de comprar en las mejores tiendas de la Calle Serrano y aledaños, también invierten en la capital comprando inmuebles.

Madrid, la más multicultural y cosmopolita de España

Pero no son los rusos los únicos que compran en la ciudad. Un mercadillo como el Rastro consigue congregar a numerosos turistas cada domingo, siguiendo la tradición europea de los mercados al aire libre y agregándole el acento único de esta ciudad, la más multicultural y cosmopolita de España.

La startup del alojamiento globalizado, Airbnb, también tiene mucho predicamento en la ciudad y los madrileños que alquilan sus casas suelen ser a su vez, empedernidos viajeros.

Los expertos en turismo creen que Madrid fue durante mucho tiempo un destino olvidado y que España se vendió en base de sus lugares de playa, sin hacer mención al turismo urbano, nada de moda hace unas décadas.

Mantener el equilibrio entre los servicios turísticos y la comodidad de vecinos y ciudadanos

Hoy en día se ha dado la vuelta a la tortilla pero no tanto como para satisfacer por completo a los responsables de servicios hoteleros, de restauración, etcétera. La ciudad vuelve a estar de moda pero hay que incentivar a este turismo, más allá de los buses turisticos. Se trata de que las personas recién llegadas puedan acceder al corazón de la ciudad sin problemas y ya se está trabajando para optimizar los mercados de los barrios y abrirlos al turismo, algo que no acaba de satisfacer a los vecinos.

Y es que a la hora de hacer crecer el turismo siempre se tiene que trabajar para mantener una balanza equilibrada entre los servicios para estos y la comodidad de los ciudadanos.

De momento la capital de España ya es tendencia en el sector turístico internacional y cada año recibe más turistas, solo le falta afianzarse y para ello necesita tiempo, porque encanto y personalidad le sobran.