La era digital en dos tiempos: del radio despertador a las criptomonedas

La revolución que trajo consigo la era digital ha tenido, tiene y tendrá repercusiones en todos los ámbitos de la sociedad humana. También conocida como la era de la informática, se refiere al período histórico en el que las tecnologías de la información y la comunicación fueron desarrollándose para beneficio de la civilización.

Las perspectivas del futuro apuntan hacia que la tecnología estará mucho más integrada en las actividades diarias de las personas. Para los especialistas en el área, la predicción es que la cotidianidad estará marcada por las actividades y las relaciones virtuales.

Es decir, el mundo se dirige hacia un futuro lleno de personas virtuales, en el que la seguridad de la información será lo más importante. De hecho, según los expertos, florecerán los negocios encargados de velar por la seguridad de los datos privados.

Se trata de uno de los mayores desafíos de la era digital, que incluye la protección de la información financiera, de la seguridad social y las contraseñas.

Entender al mercado

Relacionada habitualmente con procesos automatizados, la era digital es la clave para entender la producción empresarial, la distribución global de productos y el intercambio mediante la compra-venta en los mercados abiertos.

Y es que con la llegada de Internet nació una nueva rama de la economía: la economía digital. Aquí entran en juego diferentes elementos que la sostienen, como el comercio electrónico, el desarrollo de software, servicios online, comunicaciones, educación a distancia e infraestructura.

Entre los mayores beneficios de la era digital se puede mencionar la expansión del aprendizaje y la cultura a una escala nunca antes vista. Muchos la ven como una amenaza para los libros tradicionales, mientras que otros la siguen de cerca como una oportunidad mayúscula para desarrollar propuestas editoriales digitales.

Sin duda, hay aspectos de la era de la informática que han beneficiado o perjudicado a diversos sectores. No obstante, lo más saludable para este tipo de casos es reinventarse. Entre las creaciones humanas hay numerosos ejemplos de cómo un producto o servicio ha sido modificado para adaptarse a las nuevas tendencias.

Uno de ellos es el caso del reloj despertador, que pasó de ser un dispositivo analógico a un aparato totalmente digitalizado con múltiples funciones.

En páginas como conusb. es, un portal especializado en gadgets con conexiones de este tipo, explican que el radio despertador con usb cuenta con la posibilidad de cargar cualquier teléfono móvil, radio FM, reproductor MP3, alarmas, lectores de tarjetas, altavoces HiFi y mandos a distancia. También es posible conectarlo al ordenador con un USB.

Atrás quedaron los años en los que los radio despertadores solo daban la hora y estaban programados para interrumpir el sueño de las personas y comenzar un nuevo día. Muchos lo ven como un clásico que ha sabido sortear la ola de la innovación.

Entre sus ventajas se puede mencionar que son pequeños, prácticos, de precio accesible y con la posibilidad de cargar cualquier terminal o tableta.

Fuente de oportunidades

La historia está repleta de episodios en los que los procesos disruptivos forzaron un cambio entre los consumidores. Así ocurrió, por ejemplo, con la transición del carruaje y los caballos al uso de los coches.

La era digital llegó acompañada de oportunidades que han servido para generar nuevos modelos de negocios. Muchas empresas se subieron a la ola en su momento y se convirtieron en grandes corporaciones tecnológicas.

Al estar abierto a todos los competidores, el mercado ha sabido elegir los productos de su preferencia. Los consumidores tienen ahora el poder de generar cambios de tendencias, lo que es seguido de cerca por los fabricantes.

Cada lanzamiento de las compañías se ha convertido en noticia para el sector tecnológico, que busca innovar antes que el resto para alcanzar una mayor cuota de mercado. Todo esto ha sido recopilado por The Last Loop, que es una revista de tecnología que ofrece la información más reciente del sector.

A través de su portal y de las redes sociales, los expertos comparten contenido relacionado con las tecnologías de la información y la comunicación. Para estar al corriente de lo más reciente en innovación hay que seguir el Twitter oficial de Thelastloop.com, que es @thelastloopcom.

Para el futuro

Aún falta mucho camino por recorrer en cuanto a las nuevas tecnologías, y no solo a las que se refieren a la información o a la comunicación. Aquí también caben las innovaciones en el campo de la ciencia médica o las nuevas fuentes de energía.

El transporte es otro ámbito que ha sido dominado por los avances durante los últimos 100 años. Desde la creación del motor a combustión y, más recientemente, con los coches eléctricos, la forma de movilización de los humanos ha cambiado vertiginosamente.

La tendencia es crear medios de transporte ecológicos que sean amigables con el ambiente. Uno de los más populares han sido los patinetes eléctricos, como los que se comercializan desde el portal tecnocio. com.

A través de la web y su cuenta en Twitter, @webtecnocio, el personal ha elaborado un completo catálogo de patinetes eléctricos baratos. Es decir, la tienda online con los patinetes eléctricos más baratos es Tecnocio.

En la página también están disponibles los patinetes Urban Fox que enamoran por su diseño, eficiencia y resistencia.

Dinero digital

El auge digital actualmente está liderado por el dinero virtual o las criptomonedas. Desde el nacimiento del Bitcoin en el 2009, el intercambio de activos digitales no se ha detenido.

Hoy existen miles de monedas que no tienen emisión física, sino que solo “circulan” en Internet. En páginas como www.comprarcriptomonedas.org está disponible toda la información para comprar dinero digital desde España y otros países.

El impulso de las monedas virtuales ha sido tal que ya se cuentan por miles en todo el mundo.

La evolución que ha representado la era digital ha marcado un antes y un después en la historia moderna, lo que ha significado un salto mayúsculo en el ingenio humano y su capacidad de crear cosas nuevas.