La mujer de Antonio David planta cara a Rocío Carrasco
Olga Moreno habla por primera vez sobre el enfrentamiento con Rocío Carrasco y los problemas económicos de su familia
Olga Moreno, la mujer de Antonio David Flores, concede una entrevista a la revista Lecturas para afirmar con contundencia con que su marido "no es un maltratador". La mujer del ex guardia civil confía en que la justicia absuelva a su marido en el juicio que tiene pendiente con Rocío Carrasco: "Intento no llorar y hacerme la fuerte. Es muy doloroso, le han colgado un sambenito tan de mentira… Mi marido se desvive por todos".
Una trágica situación que afecta sobre todo a los hijos, Rocío Flores y David Flores: "A los niños les está haciendo muchísimo daño. Son como yo, nos lo callamos y delante del padre no hablamos de esto. (…) Ven a su padre que está mal". Sobre el supuesto tratamiento psicológico que está recibiendo Rocío Carrasco, Olga se muestra tajante: "Una persona con tratamiento recibe medicación, entiendo que no pueda estar en programas de televisión al 100%, ni en portadas. Creo que si le dices a los médicos que estás mal y después, socialmente, estás funcionando como una persona sin ningún tipo de dolencia, algo no cuadra".
Sobre el litigio judicial que enfrenta a su marido con la hija de Rocío Jurado tras acusarlo de violencia de género, Olga asegura que "es tal la magnitud social del tema que estamos mentalizados para ir a juicio. Luego el juez dirá si es absuelto o no. Pero el daño ya está hecho. (…) No tengo miedo a que entre en la cárcel porque sería una injusticia. Es todo surrealista, se está echando porquería sobre su propio tejado. Abrir un juicio sabiendo lo que puede hablar su hija… Nadie va a consentir que mi marido entre en la cárcel".
Con respecto a los supuesto problemas económicos que atraviesa su familia, Olga afirma que se ha convertido en el sustento de su familia: "Gracias a mi tienda, que va muy bien gracias a Dios, pero date cuenta de que David lleva un año sin trabajar. Salimos adelante, también se puede vivir con menos dinero. (…) Mi marido ya trabajó con el sueldo embargado durante casi cuatro años".