EDUCACIÓN
Política Territorial y Educación premian al centro educativo más sostenible de Canarias
La Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad y la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias han galardonado, en la convocatoria de 2017, al Centro de Educación Obligatoria (CEO) Argana, de Arrecife, en la Isla de Lanzarote, como el más sostenible de Canarias por promover entre el alumnado diferentes iniciativas y proyectos que fomentan la sensibilización sobre la sostenibilidad ecológica y la lucha contra el cambio climático.
Desde hace seis años, este reconocimiento premia en cada curso académico el esfuerzo de un centro educativo por el fomento de la formación y la educación para la adquisición de valores que propicien conductas compatibles con el desarrollo sostenible.
La directora del centro recibió en el día de hoy a la viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez; al director insular de Educación del Gobierno de Canarias, Mario Pérez; al director general de Personal de la Consejería de Educación, Juan Rafael Bailón; a la consejera de Educación del Cabildo de Lanzarote, Carmen Rosa Márquez, y a la concejala de Educación del Ayuntamiento de Arrecife, Inodelvia Torres, quienes se interesaron por la labor del centro y los diferentes proyectos que está desarrollando.
Blanca Pérez destacó la importancia de poner en valor el respeto medioambiental en todos los ámbitos y fomentar una cultura educativa desde edades tempranas. “Es necesario promover actividades que impulsen en el alumnado canario los valores de respeto y cuidado del medio natural, así como concienciarles de la necesidad de una correcta gestión de los recursos”, apuntó.
El CEO Argana forma parte, junto a otras 182 escuelas del Archipiélago, de la red canaria RedECOS de centros educativos para la sostenibilidad. Estos centros públicos no universitarios desarrollan su actividad a través de una metodología común, como son las ecoauditorías escolares, que se basan en un proceso educativo en el que, gracias a la participación de toda la comunidad escolar, se evalúa y diagnostica la calidad ambiental del centro y, a partir de los resultados obtenidos, se promueven actuaciones tendentes a mejorar los problemas medioambientales detectados.