Desde que este fenómeno comenzó el pasado 3 de mayo, han sido evacuadas más de 2.000 personas y los ríos de magma procedentes del monte Kilauea han destruido más de 650 viviendas, incluidas propiedades del alcalde local y su segundo Harry Kim y Will Okabe. Asimismo, alrededor de 20 fisuras exponen a la isla a la amenaza de fuentes de lava.