Las culturas legendarias que marcan la civilización actual
Las culturas pasadas como la azteca, la griega o la egipcia siguen marcando la civilización actual con sus enseñanzas, pero la cultura también da particularidades a cada pueblo, cómo es el caso de la cultura japonesa, siempre difícil de dilucidar para un occidental.
Los conocimientos que se adquieren gracias a las capacidades intelectuales vienen a definir lo que conocemos como cultura, aunque la cultura abarca las tradiciones, ideas y costumbres que definen los pueblos. Aprender de culturas pasadas hace que nos enriquezcamos de estos conocimientos claves para la evolución humana.
Todas ellas presentan particularidades que las hacen únicas, por ejemplo, en la cultura azteca, -que fraguó el imperio más grande de Mesoamérica y se extinguió debido a sus propias ansias de poder- se diseñó un plan para construir una ciudad avanzada. Se trataba de Tenochtitlan y esto ocurrió en el año 1376 D.C.
La idea de conseguir una organización social y política avanzada ya estaba en la mente y en los actos de aquellos hombres y mujeres que veneraban a dioses propios, activaron el comercio agrícola y dejaron un gran legado, entre ellos el desarrollo de un sistema matemático de medición así como importantes monumentos, además de implementar el uso de la canoa.
El entusiasmante legado de la cultura japonesa
En México se pueden admirar las ruinas de una civilización de la que aún hoy se puede aprender, como también es entusiasmante el legado de la cultura japonesa. Con una filosofía de vida basada en el honor, los nipones contaron con el budismo y el confucionismo para afianzar el poder y en ella tienen especial importancia los samurais, unos hombres guerreros que basaron sus actos en la disciplina, el respeto y la lealtad.
Aún hoy esta cultura japonesa es todo un enigma para los occidentales que llevan a cabo muchos acuerdos comerciales con los japoneses y para hacerlo deben de conocer donde se fundamentan sus valores.
Trabajo duro, mucha disciplina, autocontrol y dar prioridad a los asuntos de estado sobre los individuales configuran a mujeres y hombres nipones que destacan por tener una sociedad muy avanzada y llevar a cabo trabajos de mucha envergadura relacionados con la tecnología, donde destacan por encima de todo.
El legado de la cultura griega sigue vigente en la vida occidental actual
Y si la cultura japonesa sigue más viva que nunca, mucho de lo desarrollado por la cultura griega sigue vigente en la vida occidental actual, no en vano Grecia fue la cuna de la democracia, del gobierno del pueblo, pero también dejó un legado importante en la literatura, así como las primeras aportaciones filosóficas.
2600 años A.C., la isla de Creta bullía más que nunca y ahí comenzó el periodo arcaico de esta cultura que contó con dos fases más: el periodo clásico y el helenístico.
En Grecia nació la necesidad humana de plantearse el origen del mundo, el sentido de la vida y la finalidad de los hombres en ella, lo que dio lugar a que se dieran a conocer filósofos como Pitágoras, un hombre que abrazaba la filosofía, las matemáticas e incluso el misticismo. Luego surgieron Sócrates, Platón y Aristóteles y las escuelas actuales de filosofía basan a día de hoy, sus estudios en las diatribas de estos filósofos que marcaron escuela.
Una cultura politeísta que nos ha dejado una mitología legendaria
La cultura egipcia, por su parte, fue testigo de tiempos esplendorosos y periodos de crisis contando con una organización política muy jerarquizada en la que el Faraón encarnaba el máximo orden y al que se le atribuían características divinas.
Los esclavos estaban en el último lugar del escalafón social y estos junto a los prisioneros fueron la mano de obra de un legado arquitectónico que aún hoy maravilla y se estudia.
Las pirámides son el elemento arquitectónico más conocido de una cultura politeísta que nos ha dejado una mitología legendaria.
Muchos de los viajes de ocio que se llevan a cabo a día de hoy se realizan para conocer estas culturas legendarias, algo que habla de la necesidad humana de conocer y aprender de sus antecesores.
