La AEMET instalará en Gran Canaria un centro meteorológico subtropical que obtenga el reconocimiento de la Organización Mundial

 La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) instalará en Gran Canaria un centro meteorológico subtropical en una sede que facilitará el Cabildo grancanario con el objetivo de, una vez en marcha, presentarlo ante la Organización Meteorológica Mundial para su certificación como centro de referencia internacional.

Así lo anunció hoy el presidente de la Agencia Estatal, Miguel Ángel López, tras la firma de un convenio con el presidente del Cabildo, Antonio Morales, quien puso el Cabildo a disposición de esta empresa, tanto para facilitarle la sede física que consideren más adecuada como para posibilitar cualquier otro aspecto, como la necesidad de solucionar el movimiento de un enorme volumen de datos. 

El objetivo es que esté en funcionamiento en 2020 y descentralizar la selección de personal, que sea de las islas para procurar la estabilidad de la plantilla, ya que en un servicio de estas características es un aspecto necesario. Los traslados de personal una vez formados y especializados en el territorio, lo que conlleva varios años, “nos destroza”, reconoció, puesto que hay que volver a empezar y se evitaría con una descentralización.

López considera que esta firma con el Cabildo grancanario era una deuda  pendiente de la AEMET porque las islas no han recibido el tratamiento que merecía su singularidad geográfica, sino que han recibido una visión “demasiado” peninsular. 

El responsable de la AEMET se disculpó por las ocasiones en las que la predicción no ha sido acertada, si bien consideró que las imprecisiones cualitativas han sido más importantes que las cualitativas, es decir, considerar un aviso naranja la caída de 40 litros en un territorio vulnerable que debería recibir un aviso rojo, con la consiguiente consecuencia en la activación de servicios de emergencias, y esa precisamente será una de las cuestiones que contribuirá a solventar el acuerdo firmado hoy con el Cabildo, que nutrirá de la información necesaria para una mejor adecuación de los avisos al territorio. 

Además, “las islas son una joya meteorológica”, un auténtico “laboratorio” de estudio del comportamiento de la atmósfera, que no deja de ser un “sistema caótico”, algo que también será contrarrestado con la instalación de un segundo radar en el archipiélago, en esta ocasión en Tenerife y que además podrá complementar al de Gran Canaria, también en 2020.

Este acuerdo permitirá una mejor zonificación de las predicciones, una mejor adecuación de la predicción de su importancia para el territorio y también estudiará modificar los umbrales y, por ende, mejorar los sistemas de respuestas para proteger a la población, las infraestructuras y el territorio, fin último del Cabildo.

Se trata por ello de un acuerdo de especial relevancia, subrayó Morales, quien agradeció a Miguel Ángel López la implicación de la AEMET desde el primer momento en el que el Cabildo solicitó su colaboración, dado que de forma previa a este acuerdo ya había realizado un catálogo de fenómenos para Gran Canaria, solicitado en el marco del Pacto de los Alcaldes.

Morales recordó que los últimos tres años han sido declarados por la Organización Meteorológica Mundial como los más cálidos de la historia  desde que hay registros y el año pasado fue además el más cálido en los océanos del planeta. Y todo ello con un impacto económico nada desdeñable, ya que la reaseguradora Munich Re lo cifró en una pérdida de 330.000 millones de dólares solo por fenómenos extremos en 2017, el doble que el año anterior.

Por este motivo, la recopilación y entrega de la información meteorológica debe adaptarse cada vez más a esta realidad, máxime en un territorio insular como Gran Canaria, ya que las islas del planeta son los territorios más vulnerables.

Así, el acuerdo tendrá una duración de cuatro años y permitirá además conocer la calidad del aire y las predicciones de contaminantes en núcleos industriales para potenciar la investigación de la relación entre meteorología y salud. También conlleva el aumento de las capacidades tecnológicas de ambas administraciones, detalló el consejero de Energía e I+DI, Raúl García Brink, junto al delegado territorial de la AEMET, Jesús Agüera, y Ezequiel Navío, estrecho colaborador del Cabildo.

Y es que el análisis del clima es una de las prioridades del Cabildo para la adaptación de Gran Canaria al calentamiento global, por ello ya realizó un Diagnóstico de Riesgos y Vulnerabilidades que constató la existencia de una amenaza severa por fuertes descargas de agua, la subida del nivel del mar y la necesidad de adaptarse debido a la situación de la población y las infraestructuras, muchas en laderas, en lugares de paso del agua, o en lugares que previsiblemente se verán afectados por la subida del nivel del mar, por lo que las nuevas deben situarse a más distancia y altitud.

Y en este contexto realizará proyecciones para analizar el impacto de los fenómenos en los diferentes ecosistemas y en los sectores sensibles a las condiciones climáticas. Asimismo, la colaboración prevé la instauración de un sistema de alerta temprana de eventos naturales como las tormentas. Se sumarán acciones científicas y técnicas para la lucha contra el cambio climático y fomentar una mayor formación de instituciones, empresas y la sociedad. 

Esta no es la primera vez que ambas instituciones trabajan de la mano, ya que como prolegómeno de este convenio, la Agencia Estatal de Meteorología respondió de inmediato a la petición de ayuda del Cabildo y elaboró un catálogo de fenómenos que ha recopilado datos de vientos y precipitaciones intensas, temperaturas extremas, polvo sahariano, incendios forestales y fenómenos costeros para poder establecer medidas de protección de la ciudadanía y de infraestructuras.

Con este catálogo en mano, en una segunda fase ya será posible acometer un estudio que determine si los episodios extremos de los últimos años, como el de octubre de 2015 en Telde y la capital, se deben a la acción del hombre o son cíclicos en largos periodos de tiempo, ya que como mínimo hay que valorarlos en periodos de al menos treinta años. 

Asimismo, los análisis permitirán saber si la zonificación para los avisos meteorológicos, dada la orografía y las diferencias dentro de la propia isla,  es la adecuada para, si no, mejorarla en el marco del ambicioso proyecto de futuro emprendido por el Cabildo de Gran Canaria.