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EDITORIAL

El "fatal error" de Pedro Sánchez

Canarias Noticias - 28/09/2018

Después de meses de acoso al gobierno de Mariano Rajoy, el PSOE decidió poner en marcha el mecanismo constitucional correspondiente para desalojar al Partido Popular del Gobierno de España.

 

Probablemente, toda esa operación fue largamente planificada por un grupo de personas que meditaron, paso a paso, lo que se tenía que hacer para que se dieran las circunstancias necesarias para que la operación resultase exitosa.

 

Desde la intervención del ex-juez Garzón, haciéndose cargo de la defensa de personas que habían involucrado al PP en operaciones diversas, hasta el juez De Prada que, consciente o inconscientemente, añadió la frase que involucraba de forma directa a Mariano Rajoy en la sentencia. Ese era  un comentario que no era necesario y que solo servía para que se activase la moción de censura.

 

A pesar de que en los primeros meses de este año, Ábalos había dejado meridianamente claro que jamás pactarían con los golpistas, y mucho menos tener un gobierno en minoría apoyándose en ellos, la moción de censura salió adelante con el apoyo de más de veinte partidos diferentes, entre los que se encontraban, sí, también, los golpistas, Bildu, etc

 

Cuando en su discurso, Pedro Sánchez dijo que esa moción de censura sólo tenía por objeto sacar al "corrupto" Mariano Rajoy del poder y convocar elecciones, mucha gente le creyó. Luego, el tiempo ha demostrado que los fines que perseguía eran otros muy distintos.

 

Pedro Sánchez engaño a todos. Formó un gobierno, que después se mostró como un gobierno desastroso y lleno de escándalos en tan solo ciento veinte días, y pidió quedarse, no sólo hasta el final de la legislatura, sino hasta 2030.

 

Lo que ha venido ocurriendo después con el gobierno de Sánchez es por todos conocido. Dimisión de dos ministros, revelación del plagio de su tesis doctoral, la empresa de Pedro Duque y, lo que es peor, las grabaciones de la ministra de Justicia grabadas, dicen, por el ex-comisario Villarejo, que la han dejado retratada como una persona sin moral ni escrúpulos.

 

Sigue el presidente obcecado en mantenerse en su cargo. De mantenerse en la Moncloa, y ese, está siendo su gran error.

 

Muy probablemente, y a pesar del cocinado de las encuestas del CIS, de celebrarse ahora elecciones, todo lo que ha venido ocurriendo en su gobierno le va a pasar factura al PSOE y a él mismo, con la más que  probable pérdida del Gobierno, y su salida de la Moncloa.

 

Cuando llegó al Gobierno, el PP no tenía líder, Rajoy estaba desaparecido y Pablo Casado no aparecía por ningún lado. Rivera estaba noqueado por haberse quedado en un tercer o cuarto plano ante la moción de censura e Iglesias no sabía cómo reaccionar.

 

Si Pedro Sánchez hubiese modificado pequeñas cosas y hubiese mantenido una postura fuerte con los golpistas que ahora lo chantajean, y, a reglón seguido, hubiese convocado elecciones, ahora estaría gobernando, no sé si con mayoría absoluta, pero sí, al menos, con una holgada mayoría que no le hiciese rehén de Podemos y los golpistas catalanes.

 

Ha cometido un “error fatal”. Un error histórico. Y él y su partido lo van a pagar cuando se celebren, antes o después, elecciones.

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