El último desplante de Rocío Carrasco a José Ortega Cano
Se confirma la ausencia de la hija de Rocío Jurado y su marido Fidel Albiac en el enlace del diestro con Ana María Aldón
Quedan 48 horas para que se produzca el esperado enlace matrimonial entre José Ortega Cano y Ana María Aldón. Una celebración que tendrá lugar en una impresionante finca en Sanlúcar de Barrameda. Aunque según avanzó el Heraldo de Aragón, ambos decidieron adelantar al martes 25 la firma de los papeles por lo que ya serían marido y mujer.
A pesar de que el diestro aseguró en la revista ¡Hola! que Rocío Carrasco recibiría la invitación para su boda, según ha publicado el digital Look, ni ella ni su marido Fidel Albiac asistirán al enlace. Una ausencia que, según el medio, no está relacionada con sus compromisos profesionales, pues este domingo no hay función del espectáculo Punto de partida, el homenaje a Rocío Jurado donde ejerce como productora.
"Aunque fue ella quien tomó la decisión, que yo respeto, de apartarse de todos, voy a invitarla a nuestra boda. Sé que a su madre le gustaría", dijo en su día José Ortega Cano, dando por hecho que su asistencia no estaba asegurada. Sí se espera en cambio, que asistan Rosa Benito, Gloria Mohedano y su marido, José Antonio Rodríguez, los hijos del torero, Gloria Camila y José Fernando así como los nietos de Rocío Jurado, Rocío Flores y su hermano David. El que aún no está confirmado es Amador Mohedano.
Desde la muerte de Rocío Jurado, Ortega Cano no ha dudado en hablar sobre la actitud de Rocío Carrasco con respecto a su familia. La última vez que lo hizo fue para defender a sus hijos Gloria Camila y José Fernando: "Desde siempre fue muy indiferente con ellos. No pasa nada, cada uno vive su vida", aseguró en El programa de Ana Rosa. También se pronunció en el tema del museo de "La más grande" en Chipiona, posicionándose del lado de su hija Gloria y apoyando sus palabras: "Su hija, refiriéndose a Rocío, debería dar el visto bueno, por su madre y por Chipiona, que siempre será su tierra", dijo la joven.
Aunque durante años han querido vender una supuesta buena relación, terminaron por reconocer que nunca habían "tenido fealing" por lo que era de esperar su ausencia en la boda. De hecho, hace más de dos años que no ha habido ningún tipo de acercamiento por ninguna de las partes.