CHINA
China autoriza el uso medicinal de cuernos de rinoceronte y huesos de tigre tras 25 años prohibido
La medida es criticada por organizaciones ambientalistas, que la definen como una "sentencia de muerte"
El Consejo de Estado de China ha anunciado el levantamiento de la prohibición del uso medicinal de huesos de tigre y cuernos de rinoceronte, una decisión que ha sido criticada por asociaciones ambientalistas.
Según el diario South China Morning Post, la habilitación llega después de 25 años desautorizada y se limita a tratamientos prescritos por la Administración Estatal de Medicina Tradicional China. En cambio, para su empleo en investigaciones científicas, como estudios genéticos, se deberá solicitar un permiso especial.
Además, la normativa precisa que los cuernos tendrán que ser de rinocerontes criados en cautiverio, mientras que los huesos de tigre pertenecerán a animales que murieron de forma natural.
Las críticas
El anuncio del Consejo de Estado ha desatado las críticas de organizaciones ambientalistas. El Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF, por su sigla en inglés) manifestó su "profunda preocupación", ya que habrá "consecuencias devastadoras a nivel mundial".
"La reanudación de un mercado legal para estos productos es un enorme revés para los esfuerzos por proteger a los tigres y rinocerontes en la naturaleza", expresó Margaret Kinnaird, representante de la organización. Además, advirtió que "con poblaciones de tigres y rinocerontes salvajes en niveles tan bajos y con tantas amenazas, legalizar el comercio es una apuesta demasiado grande para China".
Por su parte, Iris Ho, de Humane Society Internacional, aseguró que China acaba de firmar la "sentencia de muerte" de rinocerontes y tigres. En ese sentido, sostuvo que "este comercio perpetúa la crueldad", a la vez que "alimenta la demanda de partes del cuerpo de tigres silvestres capturados ilegalmente", de los que "puede haber tan solo 3.500".
El uso y el comercio de los huesos de tigre y los cuernos de rinoceronte fueron prohibidos en China en 1993, luego de que Pekín se sumara a la Convención sobre el Comercio internacional de especies de fauna y flora silvestres en peligro