Nuestro organismo funciona a través de diversos procesos que se desarrollan en él a menudo. Cuando todo marcha como debería, nos sentimos sanos, fuertes, con energía y vitalidad. Sin embargo, cuando alguno de estos falla, la situación es opuesta y entonces debemos recurrir a especialistas que nos den una orientación de cómo obtener una mejoría.
Esto está muy bien. El caso es que existen enfermedades, como la gastritis, que pueden ser tratadas de forma natural, sin necesidad de someter al cuerpo a dosis increíbles de fármacos que son equilibrados con porciones de alimentos que tienden a ser desagradables en alguna medida.
Como la idea es lograr una recuperación absoluta o, mejor aún, prevenir esta enfermedad, te compartimos en este artículo algunos datos relevantes sobre esta temática. Además, te puede servir revisar materiales audiovisuales que complementan lo aquí presentado. Por ejemplo, puedes ver el post sobre vídeos para la gastritis en https://www.comocurarlagastritis.cloud.
El estómago en el organismo
Cada uno de los órganos que hacen vida en nuestro organismo desempeña un papel decisivo. El estómago forma parte del sistema digestivo cuya función es procesar los alimentos, distribuir los componentes energéticos que se necesitan y desechar los restos.
Por esta razón, al momento de consumir cualquier alimento, su primera parada o centro de almacenamiento, es el estómago. En él conviven una serie de ácidos que se encargan de descomponer todos estos productos.
Cuando este órgano es sometido a mucha demanda energética o es alterado por el consumo continuo de agentes irritantes para sus paredes, puede producirse la gastritis. Algunos estudios de los últimos tiempos han determinado que también puede ser producida por elevados niveles de estrés.
Esta enfermedad se caracteriza por causar en el individuo molestias como ardor, inflamación, dolor, entre otros, que pueden llegar a generar alteraciones en el ritmo normal de la vida.
Qué remedios naturales se pueden utilizar
Pues bien, la ventaja de los remedios naturales frente a los fármacos, es que generalmente estos no producen efectos secundarios que puedan llegar a alterar otros procesos del organismo. Esto, evidentemente, cuando su consumo es en las dosis recomendadas. Además, la mayoría se consiguen en casa y son fáciles de preparar.
Vinagre de sidra de manzana
Su principal ventaja es que ayuda a equilibrar los ácidos presentes en el estómago, ayudando así a darle una mejoría evidente a la gastritis. Para prepararlo, solo bastará con diluir una cucharada del vinagre en un vaso de agua fresca y consumir apenas aparezca el primer síntoma de gastritis. Los especialistas recomiendan que no se exceda de 3 tomas en un mismo día.
Aloe Vera
Las propiedades antiácidas presentes en su estructura hacen que sea una aliada insustituible en los problemas que afectan al sistema digestivo. Su preparación es muy sencilla y consistirá en hacer un licuado con dos trozos de cristal de aloe vera, dos cucharadas de miel pura de abejas y medio vaso de agua. Se debe consumir apenas se culmine la preparación y no exceder de dos tomas al día.
Bicarbonato de Sodio
Es otro de esos compuestos naturales que tienen propiedades alcalinas, por lo que trabajan muy bien con los ácidos del estómago. Su consumo se hace diluyendo una cucharadita de bicarbonato en un vaso de agua. Se puede consumir dos veces al día, pero se debe tener cuidado si se sufre de problemas con la tensión o se sigue una dieta restringida en sodio.
Agua de arroz
Se trata de una especie de calmante para la acidez que, además, tiene una intervención curativa en las úlceras que se desarrollan en el estómago. La preparación se realizará llevando a hervor un litro de agua con media taza de arroz. Esta mezcla se colará y se consumirá el líquido un mínimo de dos veces al día.
Aunque estos son los remedios más reconocidos por dar efectos positivos de manera relativamente rápida, existen algunas otras alternativas que también pueden probarse cuando no se tenga a mano los ingredientes arriba descritos.
Por ejemplo: se puede preparar un agua de linaza con una cucharada de semillas y un vaso de agua, dejándolo en reposo por 12 horas y bebiéndolo en ayunas. Otra alternativa es consumir infusión de manzanilla haciéndola de la forma como se realiza normalmente en los hogares.