ANIMALES
Los programas de protección del guirre en Canarias permiten aumentar la población en un 12% en 2018
Política Territorial participa desde 2017 en el proyecto europeo Life Egyptian Vulture para conservar a esta ave amenazada
Los programas de protección del guirre impulsados por la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias dentro del programa europeo 'Life Egyptian Vulture' han conseguido aumentar en un 12% la población de guirres en Canarias, una subespecie clasificada como en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en el Catálogo Canario de Especies Protegidas.
La Consejería ha impulsado diferentes iniciativas durante los últimos años para analizar el impacto sobre la población de guirres y determinar posibles medidas de vigilancia, coordinación y control. Gracias al programa europeo 'Life Egyptian Vulture', que se inició en 2017, se ha logrado incrementar en 38 individuos la población de esta ave en el Archipiélago durante el pasado año. La colonia actual está compuesta por 349 ejemplares, entre reproductores (153) y no reproductores (196), frente a los 311 individuos registrados en 2017.
Durante el pasado año se localizaron 68 territorios de cría en la isla de Fuerteventura y seis en Lanzarote, lo que hace un total de 74 para toda Canarias, que han producido 44 crías, 40 en Fuerteventura y 4 en Lanzarote.
El seguimiento detallado y exhaustivo del también conocido como alimoche canario se lleva a cabo a través del marcaje e identificación de gran parte de la población mediante el empleo de anillas metálicas y de PVC. Paralelamente, se ha dotado a los ejemplares de geolocalizadores para mejorar las labores de seguimiento, lo que supone una mejora sustancial en las condiciones y rentabilidad del trabajo de campo.
Los emisores GPS se han constituido hasta ahora como un elemento esencial para mantener actualizada la información sobre la distribución, uso del territorio y nidificación de los ejemplares de guirre, facilitando el desarrollo de distintas estrategias y medidas para su conservación.
Asimismo, también se ha detectado una reducción de la mortalidad no natural en la población, especialmente en las relacionadas con la electrocución en tendidos eléctricos y el uso ilegal de venenos.