LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
El PP afirma que las obras del carril-bici de Reyes Católicos son una "chapuza" propia de un gobierno municipal "agotado"
"La obra se inició sin informar ni a comerciantes, ni a los vecinos ni a los numerosos despachos profesionales que hay en la zona", recuerda Ignacio Guerra
El concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Ignacio Guerra, ha calificado de "chapuza" este miércoles 13 de febrero, las obras del carril-bici de la calle Reyes Católicos, que llevan paradas más de dos meses por falta de pintura impermeable, según han reconocido fuentes municipales.
"La obra se inició sin informar ni a comerciantes, ni a los vecinos ni a los numerosos despachos profesionales que hay en la zona", recuerda Guerra, que este martes volvió a visitar la calle. "Un ejemplo más de que la participación ciudadana, como ha ocurrido con el área social, es otro fraude del tripartito formado por PSOE, Podemos y Nueva Canarias".
El edil popular explica que "la forma en que se afrontan los trabajos de ampliación de la red ciclista vinieron precedidos por más de dos años de ‘sesudo’ trabajo de redacción de un nuevo Plan Director de la Bicicleta", a pesar de existir uno aprobado desde 2013 en la ciudad.
"Un ejemplo más de la permanente parálisis por el análisis que ha caracterizado una gestión tripartita agotada", asevera. Mientras, el único tramo de carril bici, en referencia a Primero de Mayo, "va de ningún sitio a ninguna parte, como ocurría en viejos tiempos de esta ciudad ya superados"; el de Reyes Católicos está paralizado, el de Maninidra ha desaparecido con la nueva organización del vial y el itinerario comprendido entre Belén María y el Guiniguada, el más importante, está desaparecido en combate, como el Alcalde".
El concejal añade que mientras tanto la calle Reyes Católicos hay restos de material de obra, conos “y en general una sensación de abandono de la obra, que acrecienta el hecho de que hace semanas que por allí no pasa ningún trabajador”.
"Los vecinos están enfadados, los empresarios enfadados, los conductores sin aparcamiento y los ciclistas, principales interesados, perplejos por el ritmo de las obras. No hay forma de hacerlo peor", concluyó.
