INMIGRACIÓN
La llegada en patera sube un 57% en Canarias y está en máximos de la década
Canarias recibió de enero a noviembre 1.987 inmigrantes en patera, un 57,3 % más que el año anterior, unas cifras desconocidas en las islas desde el final de la crisis de los cayucos, en 2009, y que contrastan con la caída del 58,9 % que se observa en las costas del Mediterráneo.
Según datos publicados por el Ministerio del Interior, desde el 1 de enero hasta el 1 de diciembre llegaron a las costas españolas 24.031 inmigrantes irregulares, la mitad que el año anterior (-54,7 %), cuando por estas fechas se anotaban ya 53.004 entradas.
Por el litoral de la península y Baleares han llegado en pateras a lo largo de este año 20.784 personas, 29.743 menos que en 2018 (-58,9 %); Ceuta ha recibido por vía marítima 562 inmigrantes, 125 más (+28,6 %), Melilla ha registrado 698, 79 menos (-10,2 %); y Canarias contabiliza 1.987, 724 más (+57,3 %).
La afluencia de inmigrantes por vía marítima a Canarias está aún muy lejos del récord que marco en 2006, cuando llegaron a las islas 31.678 personas, gran parte de ellas en los llamados "cayucos".
Los acuerdos de cooperación y vigilancia en origen que España puso en marcha a partir de entonces con países como Senegal o Mauritania, entre otros, hicieron que esa afluencia se redujera a 12.478 personas en 2007, disminuyera a 9.181 en 2008 y 2.246 en 2009 y quedara reducida a solo 196 en 2010, con España ya en plena recesión económica, según cifras publicadas por la agencia europea de fronteras, Frontex.
A partir de entonces, el flujo de inmigrantes a Canarias por mar se estabilizó en una horquilla entre los 173 de 2012 y los 875 de 2016. Y el año pasado, volvió superar el millar, con 1.307.
A falta de un mes para terminar el año, 2019 ya supera ese registro, con 1.987 llegadas de inmigrantes a bordo de 109 pateras o cayucos, más de la mitad de ellas concentradas en los últimos dos meses: 495 personas a bordo de 22 embarcaciones en octubre y 517 en 18 barcas en noviembre.
Y al menos 15 personas han muerto en el intento: dos al desembarcar en el sur de Gran Canaria, nueve al volcar su patera en Lanzarote y cuatro en un cayuco a la deriva en el océano durante casi dos semanas, hasta que fue socorrido por un petrolero.
La situación ha obligado a Cruz Roja y a las instituciones canarias a habilitar nuevas plazas de acogida, en especial en islas como Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, las más cercanas a la costa africana, y ha acelerado la reapertura del centro de internamiento de extranjeros de Barranco Seco, en Las Palmas, que estaba inmerso en una importante obra de reforma.