Probablemente todas las personas que conducimos, cuando tuvimos que tomar la decisión de comprar nuestro primer vehículo, nos vimos en la disyuntiva de adquirir un vehículo nuevo, de cero kilómetros; o adquirir un vehículo de segunda mano.
Esta decisión nunca fue fácil de tomar porque, frente a las ventajas de estrenar un automóvil todo reluciente y con olor a nuevo, está la contrapartida de su alto precio.
La alternativa, entonces, era el vehículo de segunda mano, cuya ventaja, por tener esa condición, consistía en su menor precio, y su desventaja, lógicamente, la antigüedad que podría tener el mismo al desconocer el año de la matrícula, el uso que su anterior propietario le dio y los kilómetros que recorrió con el mismo.
También, probablemente, a todo el mundo nos gustaría poder llegar a un concesionario y comprarnos un coche completamente nuevo y del modelo que más nos gustara. Pero la vida es la vida y debemos adaptarnos a nuestras circunstancias personales y, sobre todo, a nuestra condición económica, siendo ésta la razón principal de acudir al mercado de segunda mano, que es la opción elegida para aquellos que, en esa circunstancia, se adecua mejor a sus condiciones económicas.
Ateniéndonos a esto, tenemos que tener claro que son coches usados. Y por eso es primordial conocer la fecha de matriculación, porque conociendo la misma, conocemos el tiempo que tiene y podemos ponerla en relación directa al precio que se pide por ese vehículo.
En todos los casos, y si queremos estar seguros, hay que acudir a la fuente de datos primordial y que no es otra que la Dirección General de Tráfico, y más concretamente, a su departamento DGT Matrículas.
Una vez obtenidos esos datos, sabremos los kilómetros que ha recorrido y sus características generales, para que en el momento de tomar la decisión de comprar no tengamos ningún tipo de dudas.
A través de la fecha de matriculación podemos obtener quienes fueron los propietarios anteriores del vehículo, los kilómetros recorridos y las últimas Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) pasadas por el coche.
Hay un dato también importantísimo, muy utilizado por los responsables del tráfico, y que hay que tener en cuenta, y es que, conocer todos los datos que ampara la matrícula de un vehículo, nos puede ayudar a resolver incidencias y accidentes producidos por el mismo cuando éste no ha atendido a las obligaciones inherentes a la incidencia o accidente sufrido.
Al amparo de esa matrícula, podemos conocer quién es el propietario del vehículo, si tiene o no seguro, si tiene o no permiso de circulación y, de esta manera, poder reclamarle las responsabilidades que fueran oportunas.
Con las tecnologías que manejamos hoy en día, poder acceder de inmediato a todos los datos de un vehículo casi en tiempo real facilita, y mucho, tanto la compra del vehículo como las incidencias que el mismo pudiera haber ocasionado.