El acebuche, uno de los árboles más curativos de Europa, muestra su poder en la Feria Gran Canaria Me Gusta
El acebuche, un tipo de olivo endémico de Canarias y con una presencia especialmente notable en Gran Canaria, es uno de los árboles con mayor número de propiedades curativas de Europa y forma parte de ese universo de plantas medicinales presentes en la isla, como las brujillas o el hipérico, y a las que “no le hacemos caso pese a tenerlas a mano”, según afirmó hoy el médico naturista Jorge Cruz en el taller de reconocimiento de estas especies celebrado en la última jornada de la Feria Gran Canaria Me Gusta.
Cruz, que creció en el Valle de Agaete con tías y abuelas que trataban las dolencias con lo que les daba la naturaleza, impartió la charla señalando la pantalla en la que proyectaba distintas imágenes con una rama de hipérico, planta que actúa como relajante muscular, aunque se queda a la sombra del acebuche u olivo macho, cuyo aceite actúa como antioxidante y cicatrizante y reduce el colesterol y las inflamaciones.
En una sala repleta de gente atenta a sus palabras y con un despliegue de malvas, llantenes, moringas, capochines, rompepiedras, rapasayos, magarzas, leñasbuenas y dientes de león, Cruz recordó que antiguamente las plantas medicinales eran el único tratamiento posible en amplias zonas del interior de Gran Canaria porque no había un médico cerca.
“No utilizar las plantas medicinales es como tener un billete de cien euros en un bolsillo y no saberlo”, ilustró justo antes de hablar de la brujilla, una planta “muy humilde” que se pega a los calcetines y al bajo de los pantalones, que parece poca cosa, pero que esconde bajo esa apariencia un catálogo de propiedades curativas frente a la úlcera de estómago o el exceso de niveles de azúcar, a la vez que protege el hígado, entre otras bondades.
Las plantas y las flores ocuparon un lugar muy destacado en la sesión de mañana dominical dentro de la gran cita anual del sector primario y la gastronomía que impulsa el Cabildo de Gran Canaria. El floricultor Héctor Labajo también colgó el cartel de completo en la cata de flores, en la que recalcó que Alejandro Magno, por ejemplo, fue un gran florifagio, nombre que reciben las personas que se deleitan degustando flores.
Labajo explicó al público que “siempre se han comido flores”, aunque cayeron en desuso porque el coste de producción no compensaba el aporte alimenticio, si bien hoy pueden rescatarse como complemento en múltiples recetas y recomendó especialmente las floraciones del ajo, el romero y la albahaca, y recordó que la alcachofa, el brócoli y la coliflor no dejan de ser flores.
Premio a la mejor miel de Gran Canaria y las curiosidades de las flores melíferas
Este domingo se entregaron también los premios dlel XIV Concurso Oficial de Mieles de Gran Canaria, cuya máxima distinción recayó en el apicultor galdense Juan Félix Díaz con una muestra obtenida de los panales del Huerto de Las Ranas, en el municipio de Santa María de Guía. El consejero de Sector Primario y Soberanía Alimenaria del Cabildo, Miguel Hidalgo, le hizo entrega de un galardón que supone también una ayuda en metálico de 2.000 euros.
Sin salir del dulce e inmenso mundo de la miel, el especialista Eugenio Reyes, técnico del Jardín Canario, señaló en otro taller que en el sur de Gran Canaria se están produciendo variedades de miel de abejas que se nutren casi en exclusiva de las flores del aguacate, “un caso único en Europa” que enriquece la paleta de matices de mieles de tajinastes o brezales.
El experto, entre otras curiosidades, indicó que determinadas plantas como la artemisa canaria pueden servir para evitar enfermedades en los cultivos, porque ahuyentan a la mosca blanca, y agregó que en el territorio insular se da la particularidad de que hay flores todo el año, pues cuando faltan unas, se abren al mundo las de los veroles, algo que no ocurre en otras latitudes.
Trampatojos y deliciosas pruebas de que se puede comer sano y sabroso
El chef y asesor gastronómico Lolo Román, una de las estrellas de la restauración insular presentes en la Feria Gran Canaria Me Gusta, ofreció una exhibición de cocina en vivo que fundamentó en la verdura y la fruta de la isla con un entrante de tomate sobre gazpacho de aguacate, un canelón vegetal con salsa de curry y un polvito uruguayo de queso ahumado, tres deliciosas pruebas, como dijo, “de que se puede cocinar sano y sabroso”.
Mientras, en los casi 10.000 metros cuadrados que ha ocupado el evento en Infecar, se seguían desarrollando catas de quesos, vinos y sidras, los talleres de arte floral o las sesiones de Gran Canaria Cocina Junior, protagonizados por la sonrisa de la infatigable Esther Requena, ganadora de la quinta edición de Master Chef Junior, entre otras actividades dentro de una Feria que recibió casi 9.000 personas en sus sesiones de viernes y sábado.
El público pudo conocer de cerca al cafetero y bodeguero Víctor Lugo, de la finca La Laja y Bodegas los Berrazales, aprender más sobre la gran lubina atlántica o sorprenderse con la cocina de vanguardia de los chefs y formadores de la Escuela de Hostelería Hofmann de Barcelona, un vivero de estrellas de los fogones, y divertirse con los trampantojos para asombrar al comensal de los chefs Daniel Castro y Aarón García, aunque en los sabores y los aromas nunca hay trampa ni cartón.