CRÓNICA ROSA
Candela Peña, en contra de las cuotas para mujeres en el cine
Ganadora de tres Goya, Candela Peña ha vuelto a la cresta de la ola gracias a la serie Hierro cuya segunda temporada rueda estos días en Canarias y en la que se pone otra vez en la piel de la jueza Candela Montes, una mujer, como ella, «fuera del canon» y «que se sostiene sola».
«Es lo que más me gusta del personaje, nos sostenemos solas, no necesitamos a un novio ni a un chulo ni a uno que te diga no sé qué, las mujeres tiramos», afirma en una entrevista. Sin embargo, la actriz dice no compartir algunas de las reivindicaciones actuales del movimiento feminista como las cuotas.
«Yo respeto todo, a las feminazis también, pero que nos respeten a todas, que cada uno vea lo que quiera ver, el respeto es lo mejor», argumenta. Sobre la decisión del Gobierno de reservar un 35% de las ayudas al cine para mujeres directoras, considera que «hay que contratar a las personas por su talento».
«Si es una directora que es un truño y hace un mojón de película, pues no le deis dinero sólo porque sea mujer, eso es lo que yo no entiendo y por eso no quiero participar en ningún rollo de estos del movimiento feminista», remata.
Aunque ha pasado algún tiempo alejada de los focos, el thriller judicial creado por los gallegos Jorge y Pepe Coira, una de las series de mayor éxito de Movistar+ hasta la fecha, la ha devuelto a la primera línea.
Ella dice no ser muy consciente de «estar de moda» pero parece dispuesta a exprimirlo para lograr al menos dos cosas: que le produzcan su propia serie y ser portada en una revista de moda.
«Lo que más me gusta de lo que está pasando es ver que la gente se alegra por mi, creo que es porque me ven como una persona normal y quiero que sea así, por eso estoy peleando tanto por mi portada en Vogue o Harper’s Bazaar», asegura.
La actriz lleva un tiempo lanzando esa reivindicación a través de medios de comunicación y redes sociales. «Lo lanzo porque creo que esa portada será la de todas, medio en broma, pero no, porque somos nosotras las que consumimos esas revistas», señala.
Durante la entrevista, en plena promoción del arranque del rodaje de Hierro, Peña viste un mono negro corto, sandalias de tacón y un moño alto informal.
«Tú me ves así pero luego voy a mi casa y sigo haciendo mi caldo y mis croquetas, mi vida es ‘ayer se tomó pescado, hoy toca legumbre, ay que no he lavado el uniforme’... Con esto me gano el pan pero soy una señora que tiene que llevar a su hijo al colegio», explica.
Como su personaje en «Hierro», la actriz se define como una mujer «fuera del canon» a quien decir lo que piensa no siempre le ha salido bien. «No soy una bienqueda social, no lo sé hacer, nunca le he mentido ni a mis padres cuando era adolescente, es lo que hay, prefiero rectificar a dejar de decir», resume.
Pese a esas similitudes, le gusta recordar que ella no fue la primera opción, ni la segunda ni la tercera para el personaje. De hecho, en una fase inicial del proyecto, se pensó en una protagonista más joven.
«Ellos (los creadores de la serie) se ofenden cuando lo digo pero es así y yo quiero que una niña del entorno rural sepa que hay veces en que las cosas no salen fácil, todas nos lo curramos mucho y tenemos que mostrar al mundo la mejor versión de nosotras mismas, pero hay veces que no la ven», subraya.
Ganadora del Goya a mejor actriz protagonista por su inolvidable ‘Caye’ de Princesas (2005) y otros dos como mejor actriz de reparto por Te doy mis ojos (2003) y Una pistola en cada mano (2012), Candela Peña tiene dos películas por estrenar este año: La boda de Rosa de Icíar Bollaín y Black Beach de Esteban Crespo.
El rodaje de Hierro la mantendrá ocupada hasta mediados de mayo, y después piensa dedicarse en cuerpo y alma a sacar adelante su propia serie. «Ya se me han acercado unos productores, estoy a ver si consigo que me paguen el desarrollo», explica, «y aparte tengo la suerte de que he encontrado a la persona con la que la voy a escribir que es maravilla».
La idea es hablar de otro tipo de mujeres de las que, en su opinión, no se suele hablar. «Para mi gusto en España se cuentan demasiadas historias de mujeres que lo pasamos mal, feas vestidas, todo es como la penuria y yo quiero hablar de mujeres que han renunciado a las vidas convencionales para convertirse en altas ejecutivas», explica.
«Tenemos personas que son referentes internacionales como la señora Botín, ser mujer no va unido a todas las cosas que se supone que hay que hacer, de eso va la serie», puntualiza.