Un inoperante gobierno de España acepta que Marruecos se apropie de aguas en disputa cerca de Canarias
La ministra de Exteriores afirma que no ve novedad en la publicación de las leyes marroquíes de espacios marítimos y recuerda que allí donde hay solapamiento tiene que haber un acuerdo entre ambos países
Marruecos prosigue con la delimitación de su frontera marítima en el océano Atlántico sin que el Gobierno de España ponga objeciones a ello en mitad de la crisis sanitaria del coronavirus. La aparición en el BOE marroquí de las nuevas leyes de espacios marítimos llevó a la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, a decir este martes que el Gobierno ya lo conocía y que allí donde haya solapamiento de aguas debe haber un acuerdo entre ambos países.
"Sin novedad. Conocíamos su contenido, de carácter general, durante su tramitación parlamentaria", publicó la ministra en su cuenta de Twitter, después de que el Boletín Oficial de Marruecos haya publicado, con fecha del 30 de marzo, las dos leyes que declaran el mar territorial marroquí (12 millas) y la zona económica exclusiva (ZEE) de 200 millas desde sus costas.
En un segundo mensaje, González Laya ha insistido en que "España y Marruecos están de acuerdo que la delimitación marítima exigirá resolver el eventual solapamiento de espacios de mutuo acuerdo y conforme a Derecho Internacional".
#Marruecos
— Arancha González (@AranchaGlezLaya) March 31, 2020
1/ publica en su boe sus leyes de espacios marítimos. Sin novedad. Conocíamos su contenido, de carácter general, durante su tramitación parlamentaria.@MAECgob
Afecta a Canarias
La leyes fueron aprobadas en diciembre por la Cámara Baja del Parlamento marroquí y en febrero por la Cámara Alta y el Boletín recoge la firma del primer ministro marroquí, Saadeddine El Othmani, el 6 de marzo. Las normas han generado preocupación en España y en especial en Canarias porque la ZEE declarada se solapa con la española en esa zona.
Con todo, el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Naser Burita, ha asegurado que, si bien estas leyes son un acto de soberanía en el marco del Derecho Internacional del Mar, la declaración de las zonas puede crear solapamientos con los países vecinos, en particular con España, y que esos solapamientos deberán "resolverse por la vía del diálogo".
Esa fue la intención que el propio Burita le trasladó a Laya, que viajó a Rabat a finales de enero para una primera toma de contacto. La ministra se mostró convencida de que los ciudadanos de Canarias estarían "enormemente tranquilos" tras escucharle decir que "no habrá política de hechos consumados ni unilateralismo sino diálogo para soluciones de común acuerdo".
La nueva frontera marítima marroquí se solapa en una zona con las aguas de las Islas Canarias, de ahí que este paso de Rabat no cuente con el visto bueno de Madrid, en una disputa territorial que lleva enquistada desde hace tiempo al igual que la frontera marítima o mediana entre Lanzarote y las costas africanas, una zona rica en hidrocarburos.
Los vacíos de poder
La tentación marroquí por aprovechar los vacíos de poder o los relevos ministeriales en España es bien conocida por los diplomáticos españoles. El ejemplo más recurrente es la Marcha Verde sobre el Sáhara que Hassan II lanzó en 1975 con Franco agonizando. Ya en democracia, la ocupación del islote de Perejil en 2002 por orden de Mohamed VI se produjo el día que Josep Piqué le entregó la cartera de Exteriores a Ana Palacio.
Las dos mencionadas leyes sobre la ZEE marroquí fueron aprobadas por unanimidad el pasado 16 de diciembre en una comisión parlamentaria, en un momento en el que los asuntos corrientes de Exteriores los llevaba la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles. En aquel momento no hubo ninguna reacción oficial española.