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Visitan el muelle de Santa Catalina dos veleros míticos, el Sea Cloud y el Sea Cloud II, transformados hoy en buques de turismo de lujo

En esta última semana que pone fin a la reclusión por la pandemia, motivo por el cual no se pueden celebrar las fiestas fundacionales de Las Palmas de Gran Canaria ni ver el vibrar de las llamas en las hogueras de San Juan, en el muelle de Santa Catalina están atracados dos veleros míticos, transformados hoy en buques de turismo de lujo. Y un lujo sería poder haberlos admirado desde el propio muelle, pero es cosa imposible por impedirlo la Autoridad Portuaria.

Buscando en Internet, pueden encontrar las historias del primer Sea Cloud y del segundo, el Sea Cloud II, construido en España. Copio a continuación dos enlaces para ver los detalles. De su contenido corto y pego unos párrafos:

https://www.seacloud.com/fileadmin/user_upload/pdf/press/segelschiffe/Sea_Cloud_GQ.PDF

https://www.elespanol.com/quincemil/articulos/actualidad/sea-cloud-ii-en-a-coruna-un-velero-con-camarotes-desde-5-000-e

El “Sea Cloud II” es el compañero del veterano buque “Sea Cloud” . En el caso del primero, se trata de un buque de factura netamente española, proyectado por la empresa SENER, fundada a finales de la década de los años cincuenta por el prestigioso ingeniero naval Enrique de Sendagorta Aramburu y construido en Astilleros Gondán (Asturias).

De 117 metros de eslora y tres mástiles, entró en servicio en el 2001 con capacidad para 96 pasajeros y 63 tripulantes. Su interior fue totalmente creado por diseñadores de El Corte Inglés en uno de sus proyectos más originales.

Si hablamos del "Sea Cloud II" no podemos dejar de hacerlo de la historia de su compañero más veterano, que guarda una historia apasionante como barco de recreo, embajada oficiosa, buque militar, yate de dictador, barco escuela, velero ruinoso y hoy deslumbrante buque de crucero.

La historia de este buque se remonta a dos años después del crack de 1929, cuando el magnate neoyorquino E.F. Hutton regaló un espléndido yate de recreo de cuatro mástiles, a su esposa, la empresaria Marjorie Merriweather. Tras divorciarse, ella lo rebautizo como Sea Cloud.

Se casó de nuevo, con un diplomático, y barco pasó a servir de misión comercial oficiosa de Estados Unidos por el mundo. No era extraño a ver a bordo a diplomáticos. Incluso altos dignatarios norteamericanos y soviéticos durmieron varias noches en él.

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