2020 no es un buen año para peregrinar a Candelaria

A comienzos de 2020, pocas personas pensaban que la pandemia de la COVID-19 fuese a tener la relevancia que está teniendo a nivel global. Sobre todo durante los primeros meses del año, existía una cierta confianza en que las medidas de confinamiento bastarían para contener los brotes y recuperar la normalidad en cuestión de semanas. Sin embargo, a medida que pasan los meses y el número de casos no deja de crecer en todo el mundo –acaban de superar los 20 millones hace apenas unos días –, cada vez está más instalada la certeza de que estamos viviendo un suceso histórico que va para largo, y cuyas consecuencias todavía no alcanzamos a predecir. Dentro de este difícil contexto, se están viendo seriamente afectadas la asistencia a los templos y las peregrinaciones, y la de Candelaria no es una excepción.

Problemas en la asistencia a los templos de todo el mundo

Como ha ocurrido durante otros periodos históricos difíciles, un gran número de personas que normalmente no acuden a los templos quiere regresar a ellos, pero las condiciones no lo permiten y las restricciones van en aumento. En todo el Estado español ha habido problemas con la afluencia y la peregrinación a templos y santuarios como el Monasterio de Montserrat en Barcelona, la Basílica del Pilar en Zaragoza o la Basílica de Nuestra Señora de Candelaria en nuestro archipiélago. Recordemos que las celebraciones religiosas multitudinarias como las misas están prohibidas de momento –exceptuando aquellas que se celebren de forma telemática–, y, pese a que sigue siendo posible acudir a los templos para rezar de forma individual, las iglesias se están viendo en la necesidad de restringir el acceso a los templos en determinadas horas y fechas para poder preservar la distancia de seguridad y las medidas de contención del coronavirus.

El arte sacro está de vuelta

Como alternativa a las peregrinaciones y las visitas a los templos, un mayor número de personas están recuperando el hábito de adquirir arte sacro para poder trasladar la fe a sus hogares, especialmente frente a la posibilidad de un segundo confinamiento como los que se están viviendo en algunas áreas de Lleida, Burgos o Madrid, donde la contención de la pandemia está resultando especialmente complicada. La plataforma digital Holyart facilita el envío a casa de productos para el rezo como rosarios, vírgenes, velas o estampas que facilitan la oración y la petición del bienestar de nuestros seres queridos. Se trata además de una plataforma que trabaja directamente con las iglesias y les suministra relicarios, casullas, cálices y otros accesorios para la liturgia, fabricados por los mejores artesanos eclesiásticos de Italia.

El rezo en el hogar frente a las fiestas religiosas y las peregrinaciones

Dentro del actual contexto, y con los casos de la COVID-19 creciendo de forma constante en todo el mundo, se han anulado festividades como la Semana Santa y se han reducido a la mínima expresión las peregrinaciones como el Camino de Santiago, el Hajj islámico o nuestra peregrinación a Candelaria. No se trata de un problema solo de España, sino de una problemática global que está afectando a todos los países por igual. En Arabia Saudí han tenido que adoptarse estrictas medidas de control y distancia social en La Meca para poder contener a los millones de peregrinos musulmanes que visitan la Kaaba, en lo que constituye uno de los fenómenos culturales y religiosos más importantes del mundo y una de las principales fuentes de ingresos para el país.

¿Visitar a la Morenita? Mejor el año que viene

2020 no será el mejor año para ir a ver a la virgen de Candelaria. Sí es cierto que, al tratarse de una peregrinación local, y dados los pocos casos de COVID-19 que hay en las islas, existe libertad de movimientos en Canarias y será posible acudir a la Basílica, pero hay que recordar que este año el templo permanecerá cerrado para evitar contagios, y que no se realizarán los cortes de carreteras que se han hecho otros años para favorecer las caminatas. Sigue siendo posible ir a Candelaria, pero las autoridades aconsejan fuertemente que no se acuda para evitar aglomeraciones que puedan agravar la pandemia en las islas. Y, para quienes decidan igualmente visitar Candelaria, se les recuerda la importancia capital de las medidas de seguridad: distancia social, mascarilla, gel desinfectante y, sobre todo, sentido común y respeto por los demás.