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Una festividad de la Virgen del Pino bajo la sombra de la pandemia que resurgirá en 2021

Canarias Noticias - 08/09/2020
Virgen del Pino. Teror. Gran Canaria

Quién esto suscribe, lleva veinte y cinco años subiendo a Teror la víspera de la Festividad de la Patrona de Gran Canaria de forma ininterrumpida.

Desde aquel día siete de septiembre de 1996 que decidí, por primera vez, subir caminando a la Villa de Teror, lo he venido hciendo todos los años.

Con lluvia, calor, por la mañana, por la tarde, por la noche, incluso, en una ocasión, con una pequeña fractura que me lo puso algo más difícil que de costumbre.

Siempre, al llegar al cruce de la Fuente Agria, con la Guardia Civil que allí se aposta, por testigo, tenía que recopilar fuerzas para afrontar la tremenda cuesta que te lleva hasta la calle principal de Teror, que desemboca en la plaza de la basílica.

Esa cuesta era, y es, una prueba definitiva del esfuerzo que tenía que hacer para poder llegar delante de la Virgen del Pino. Año tras año. 

Entrar en la Basílica, literalmente echo polvo por la caminata, encontrarme allí con cientos de fieles que también acudían ante la virgen, se convirtió en una costumbre que he mantenido, a pesar de mis muchos años, y que espero seguir manteniendo mientras las fuerzas me acompañen.

Miles de personas, diría quizás, cientos de miles de personas, me han acompañado a los largo de estos veinte y cinco años en ese recorrido.

No obstante, este año ha sido diferente. La pandemia del coronavirus Covid 19 lo ha trastocado todo. Aquí, y en el resto del planeta.

La pandemia a cambiado nuestra forma de vivir de forma significativa. Y lo ha cambiado sin que podamos luchar contra ese agente patógeno, un enemigo invisible, al que no se le puede poner cara para, en una confrontación natural, tratar de derrotarlo. 

Está siendo un enemigo difícil y peligroso, y es esta peligrosidad la que hace que no podamos estar los unos cerca de los otros, que no podamos tener el contacto estrecho que los seres humanos deseamos, anhelamos y necesitamos, como forma de vida.

Mi subida a Teror este año, por precisamente ese hecho, no ha sido la vípera. Fue unos días antes y casi en solitario. 

Llegué, después de una caminata mucho más corta que en otras ocasiones, a una iglesia con apenas fieles, 

Y allí estaba, de nuevo, como todos los últimos años, delante de la Virgen del Pino, agradeciéndole haber podido llegar, un año más, ante ella.

Ese agradecimiento que año tras año le mostraba a la virgen, este año, y por razones que a nadie se le oculta, lo volvía a repetir acompañado por una petición que sin duda otras muchas persona le van a solicitar...poder estar, poder volver el año que viene a Teror, ante ella, con la libertad y el acompañamiento con la que en años anteriores lo hacía. Libre de enfermedades, libre de la pandemia, libre del Covid.

Ojalá este mi deseo se cumpla y pueda contarlo tal cual el año que viene.

Espero que así sea. Será la prueba de que habremos vencido a ese virus, enemigo invisible, que tanto daño nos ha hecho en este 2020.

Por todo lo ya dicho, feliz Día del Pino a todos los grancanarios y que el año que viene lo disfrutemos en libertad después de haber vencido a la pandemia.

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