Florece de nuevo la puya chilena de flores turquesa en el Jardín Botánico
La puya chilena de flores turquesas y la kigelia africana o "árbol de las salchichas" han vuelto a florecer en el Jardín Botánico de Puerto de la Cruz, dependiente del ICIA
En el caso de la puya chilena de flores turquesa ha florecido tras apenas nueve meses de la última floración y aunque se trata de una especie que suele tardar un lustro en producir sus flores, esta planta de la familia Bromeliceae florece con esplendor en el espacio dedicado a los hábitats xéricos que posee este centro de alto valor botánico, indica una nota de la Consejería de Agricultura.
Además de este especie, también se ha asistido a la floración y producción de frutos de la kigelia africana o árbol de las salchichas, una especie del África tropical subsahariana que produce frutos de forma cilíndrica y alargada con aspecto de gruesas salchichas que pueden alcanzar los 50 centímetros de largo.
La Consejería de Agricultura explica la Puya chilena genera unas flores a modo de pequeñas copas de opaco cristal turquesa, aderezadas con un pincel de anteras de color azafrán, que cautivan a los visitantes del Jardín.
Se compone de una vara o escapo que, cuando está seca, se emplea para hacer asentadores de navajas. Los pescadores usan también trozos cortos de la misma como flotadores para sus redes, debido a que son muy livianos. La planta ha sido usada como emoliente o antiinflamatorio de uso externo.
Por su parte, la kigelia africana se caracteriza por ser un árbol de mediana estatura, de corteza quebrada y con hojas compuestas de 7 a 13 hojuelas gruesas y ásperas.
Pero lo más llamativo de este árbol son sus flores de color vino tinto y cuello amarilloso que penden de largos racimos colgantes.
En el Jardín Botánico se conservan tres ejemplares de diferentes edades, y si bien florecen con frecuencia la producción de frutos es menos común. Sus frutos son fetiches de la fertilidad, y en países como Kenia simbolizan el cuerpo de personas desaparecidas.