Cada día ocho personas se suman a las 4.000 que sufren Daño Cerebral Adquirido en Canarias, 1.000 de ellas en Gran Canaria
Cada día se suman ocho personas a las 4.000 que sufren en Canarias Daño Cerebral Adquirido, 1.000 de ellas en Gran Canaria, por lo que el Cabildo acogió el acto para visibilizar su situación en su día internacional, ya “una persona con Daño Cerebral es una familia con Daño Cerebral”, subrayó el presidente insular, Antonio Morales.
Destacó que este colectivo “vive vidas difíciles, ya que un ictus, un traumatismo craneoencefálico o un tumor cerebral les cambió la vida”, y agradeció a la Asociación de Daño Cerebral Adquirido (ADACEA Gran Canaria) sus acciones para que la situación de estas familias sea más visible.
El Cabildo ha firmado un convenio con ADACEA con el propósito de colaborar para que los servicios de dependencia se especialicen en atender de forma personalizada a las personas de este colectivo que sufre de manera doble, primero porque se enfrentan a este padecimiento de manera repentina, dado que sus vidas cambian súbitamente y necesitan asistencia psicológica, y segundo porque requieren atención por las patologías que padecen, señaló la consejera de Política Social, Isabel Mena.
Reivindicaciones del manifiesto
Varios familiares y dos personas con Daño Cerebral Adquirido intervinieron también en la lectura del manifiesto, así como la presidenta de ADACEA, Susana Gyorko, quienes describieron que durante el estado de alarma la atención presencial a las personas con DCA se detuvo, por ello tuvieron que adaptar las terapias al formato telemático, pero dicha opción no tiene los mismos resultados en los pacientes.
Y es que tal como reflejó el manifiesto, es fundamental que se impulse una Estrategia Nacional y Autonómica de Atención al Daño Cerebral que garantice la calidad de vida del colectivo y también que los familiares de las sean incluidos en los planes de atención social y sociosanitaria para que dispongan de información, formación y apoyo psicológico.
ADACEA solicita la creación de la categoría diagnóstica de daño cerebral para delimitar criterios de atención de cara a la rehabilitación y subraya la importancia de crear un censo oficial, así como de la incorporación en los planes de atención social y sanitaria de las necesidades específicas de las personas con DCA con mayor vulnerabilidad, entre ellas menores y personas con daño cerebral severo o trastornos graves de conducta.
Por último, el manifiesto reconoce el valor social del asociacionismo para complementar los apoyos institucionales como el ofrecido por el Instituto de Asistencia Sociosanitaria del Cabildo para realizar intervenciones con menores con DCA y sus familias.