El Ayuntamiento de la Villa de Moya retoma las XIII Jornadas de Música de Cámara

Tras el aplazamiento en el mes de marzo a causa de la pandemia de COVID-19, el Ayuntamiento de la Villa de Moya y las Escuelas Artísticas Municipales han retomado esta semana las XIII Jornadas de Música de Cámara del municipio norteño. Una cita cultural única en Canarias, que se celebra estos días en el marco incomparable de la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria y la Casa de la Cultura moyense, con media docena de conciertos a cargo de intérpretes isleños y alumnos de diferentes centros de formación musical de Gran Canaria. Desde las propias Escuelas Artísticas Municipales de la Villa de Moya, la agrupación local Cumbres y Costas y alumnos del Conservatorio Superior de Música de Canarias, hasta el Trío Gabriel Rodó, encargado de poner el broche de oro a este encuentro el domingo. Pese a la reprogramación a la que se han visto sometidas las jornadas y el estricto protocolo de seguridad sanitaria y distanciamiento interpersonal para contener el virus, como la reducción del aforo y el uso de mascarilla, la Organización prevé una buena acogida por parte del público, que puede asistir de manera gratuita inscribiéndose previamente en el correo electrónico cultura@villademoya.es.

Por otro lado, en esta nueva edición vuelve a destacar el compromiso de la Organización con la creación musical novel en Canarias, ya que en varios de los conciertos se llevarán a escena estrenos de obras compuestas por los propios alumnos de composición del Conservatorio Superior de Música de Canarias. Y, con el fin de fomentar entre los futuros artistas el compañerismo, el aprendizaje y los valores intrínsecos en la música como son el respeto al talento y el enriquecimiento recíproco entre compañeros, se llevarán a cabo diferentes acciones dirigidas a alumnos y padres para que disfruten al máximo y de la totalidad de este encuentro. Un evento en el que los alumnos participan por su pasión por la música y en el que, ante todo, se trata de que disfruten del ambiente y del crecimiento humano y musical que les puede aportar.

Y es que la música de cámara es una especialidad singular que ha desempeñado un papel destacado como género musical no solo en la historia de la cultura y el arte, sino también, y especialmente meritorio, en la formación de los músicos gracias a su carácter pedagógico. Muestra de ese gran valor como patrimonio cultural y social es que gran parte de los compositores han realizado obras para diversas formaciones de instrumentos, desarrollando hábitos y valores como la autodisciplina, el respeto y responsabilidad, altamente beneficiosos para su crecimiento personal y profesional.