REINO UNIDO
La reina Isabel II lanza su propia marca de cerveza
La reina Isabel II de Inglaterra acaba de lanzar su propia marca de cerveza elaborada con cebada orgánica cultivada en los terrenos de la finca real de Sandringham. Según ha informado esta semana el diario The Times, el Palacio de Buckingham ha confirmado que la monarca, de 95 años, se ha dedicado a la elaboración de la bebida, que ya está disponible en la tienda de regalos de la propiedad, ubicada en Norfolk.
La cerveza es comercializada bajo el nombre de Sandringham y viene en dos versiones tradicionales inglesas. Una es del tipo 'Best bitter' con 4,5 % de alcohol y otra de estilo 'Golden IPA' (India Pale Ale), ligeramente más fuerte, del 5 %. Sus etiquetas incluyen la imagen ilustrada de una liebre y un faisán, respectivamente, animales silvestres que pueden ser vistos en los terrenos reales de la casa de campo.
We're thinking ahead to Fathers Day and what better way to celebrate than with one of our new Sandringham Beers.
— Sandringham (@sandringham1870) May 4, 2021
Sandringham Estate has developed an IPA and a Bitter from organic Laurette Barley grown on the wider Estate and is available to buy now from the Sandringham Shop. pic.twitter.com/QHn2q3R3n4
Producida por la cervecería local Barsham Brewery en el norte de Norfolk, cada botella de 500 mililitros de Sandringham tendrá un costo de 3,99 libras esterlinas (unos 5,5 dólares). Para su elaboración se utiliza "cebada orgánica de primavera de la variedad Laureate recolectada de la finca real y agua cristalina extraída de un pozo cercano", detalla la empresa.
Aunque en cuestión de bebidas espirituosas es conocido que Isabel II se inclina por la ginebra, la creación de esta cerveza parece estar relacionada con su esposo, el príncipe Felipe, fallecido el pasado 9 de abril y que al parecer era amante de esa bebida, subraya The Times.
Esta no es la primera incursión de la reina en el mercado de las bebidas alcohólicas. El año pasado empezó a venderse Sandringham Celebration Gin, una ginebra seca que se convirtió en la tercera marca comercializada por la familia real. Anteriormente el príncipe Carlos había lanzado su propia ginebra orgánica Highgrove, y la Royal Collection Trust vendió una versión Buckingham Palace de la bebida alcohólica.