Las necesidades de las personas mayores en verano
El verano es la época más calurosa del año, pero también es la temporada perfecta para salir, pasear y disfrutar de un ambiente fresco. Sin embargo, sus peculiaridades no nos afectan a todos por igual, y hay que prestar atención especialmente cuando se trata de personas mayores porque requieren cuidados especiales.
Las personas mayores y el verano
El verano no es igual para las personas mayores porque son más propensos a sufrir las graves consecuencias del inminente calor, las altas temperaturas y los potentes rayos solares.
Los adultos de la tercera edad producen menos sudor que una persona más joven, por lo que los efectos del calor son aún más intensos en ellos. Asimismo, sus cuerpos ya no son tan capaces de regular la temperatura como antes.
Por esta razón, la temperatura corporal de los abuelos puede subir abruptamente en cuestión de minutos. Además, la piel fina de la edad avanzada los hace más propensos a sufrir quemaduras o inmolación.
Por todos estos motivos, las personas mayores requieren de cuidados especiales durante todo el verano. Si nuestros mayores no están vigilados por una empresa de cuidado de ancianos a domicilio con experiencia y que les controle en todo momento, debemos tomar una serie de precauciones importantes para asegurarnos de su bienestar.
Consejos para el cuidado de adultos mayores en verano
Durante el verano, los abuelos tienen necesidades especiales que deben ser consideradas. A continuación, te dejamos algunos consejos para el cuidado de mayores en verano:
¡Deben hidratarse muy bien!
La oleada de calor del verano puede hacer que las personas mayores se deshidraten con mucha facilidad. Por ello, es importante que tomen mucha agua para que no se descompensen y, además, puedan mantener su temperatura corporal estable.
Es posible que la persona mayor no tenga mucha sed, pero es importante que, aun así, beba agua con cierta frecuencia. Además, pueden aumentar su ingesta de agua consumiendo una mayor cantidad de verduras y frutas.
Uso de protector solar
Usar protector solar es muy importante para cuidar la piel de los abuelos y evitar la penetración directa de los rayos solares en la piel. Si la persona mayor no usa protector solar durante el verano, tiene mayor riesgo de que los rayos UV aceleren el envejecimiento de su piel y sufra de insolación.
La exposición a los rayos solares también puede traer consecuencias más graves como la progresión de la osteoporosis.
El cuidado de los pies es importante
Es importante que los abuelos tengan una rutina de cuidado para sus pies, sobre todo si caminan durante mucho rato en verano. Sin un cuidado adecuado, las personas mayores pueden sufrir de problemas debido a una sudoración excesiva, higiene deficiente o un calzado incómodo.
Para cuidar sus pies, necesitas lavarlos muy bien e hidratar la planta del pie con crema para que no se resequen. También es importante usar antitranspirante o talco para minimizar la producción de sudor.
Evita las horas de máximo calor
Lo mejor es que el abuelo no salga a la calle entre las 12:00 y 17:00 horas, ya que son las horas con temperaturas más altas y una mayor exposición a los potentes rayos del sol.
Y, sin importar a que hora salga, también debe procurar mantenerse siempre en la sombra y cubrir su cabeza con algún sombrero o una gorra.
¡No olvides las gafas de sol!
Los rayos solares pueden ser muy perjudiciales para los ancianos, por ello, se recomienda que, en verano, siempre lleven gafas de sol. Las gafas de sol evitarán que el sol y el calor seco pueda dañar los ojos de alguna manera.
Uso de ropa fresca y ligera
La ropa fresca y ligera será fundamental para los abuelos en verano, ya que evita la sensación de asfixia y también favorece el flujo de aire. Tejidos como el algodón o el lino son perfectos para que no se acumulen altas temperaturas en la ropa y que el adulto mayor esté siempre fresco.
Además, los tejidos ligeros le permitirán sentirse más cómodo durante el resto del día.
Es importante considerar todos los cuidados de las personas mayores en verano para evitar descompensaciones o problemas de salud.
