COMERCIO ELÉCTRONICO
Vidina Espino achaca a la burocracia que el desarrollo del comercio electrónico en Canarias esté lastrado
La portavoz del Grupo Mixto en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, ha achacado este miércoles “a la burocracia que el comercio electrónico en las Islas no se desarrolle al mismo ritmo que en el resto de España, donde crece a un ritmo vertiginoso”, como demuestran las cifras registradas en 2020, superior al 36%, o en el primer trimestre de 2021, un 65%.
Vidina Espino ha señalado que en este mercado, donde “los consumidores se gastan más de 2.100 euros anuales, especialmente en moda y ocio”, existe “un cartel que prohíbe la entrada de los canarios”, ya que “el Archipiélago se encuentra excluido de cientos de páginas oficiales de marcas que no sirven pedidos a las Islas”.
Según ha dicho, se ha intentado justificar esta discriminación con distintos argumentos. Por un lado, “la diferente fiscalidad existente entre Canarias y el resto del territorio peninsular”, lo cual ha indicado que “es falso”, pues “lo mismo pasa entre los países de la UE y eso no impide la distribución de productos”.
Por otro lado, ha expuesto, “se ha aludido a los gastos de envío al Archipiélago”, algo que la diputada ha comentado que “no se sostiene”, pues “se pueden cargar a los usuarios”, que, además, “están dispuestos a asumirlos”. Para ambos casos, ha puesto el ejemplo de los productos enviados desde China, que “sí llegan a Canarias sin problema alguno”.
En su opinión, y después de consultar a los vendedores, la respuesta está en que “los trámites aduaneros en Canarias son un auténtico infierno, muchas mercancías son retenidas y no llegan a sus destinatarios, generando todo tipo de molestias y reclamaciones”.
Para Vidina Espino, con esta burocracia se “está vulnerando el derecho de los canarios al comercio electrónico” y ha preguntado al consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, Román Rodríguez, “qué está haciendo el Gobierno autónomo para solucionar este problema”.
Ha mostrado también su preocupación por los efectos que el comercio electrónico tiene en el comercio tradicional y ha propuesto a Román Rodríguez “la creación de una comisión especial que estudie las medidas a adoptar para facilitar la coexistencia de ambos y garantizar el interés de los consumidores”.