VINOS
El Comité de Cata de Gran Canaria, elemento vertebrador de la DO Gran Canaria
Todos hemos oído nombrar alguna vez el término “Panel de Cata” o “Comité de Cata” pero… ¿sabemos de qué se trata? Un panel de cata es un grupo de personas seleccionadas, entrenadas y con conocimientos acreditados para percibir y cuantificar de manera objetiva sus impresiones sensoriales al evaluar un producto.
Existen varios tipos de paneles de cata, entre ellos tenemos los que participan como jurado en Concursos de Cata de productos alimentarios, cuyos miembros son elegidos por la entidad que se encarga de su organización y cuya misión es valorar cuáles son los productos que destacan por su calidad; también los paneles de cata que dependen de los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen, que se encargan de valorar las muestras de los productos amparados dentro de dicho sello de calidad.
En el sector del vino, y como parte fundamental de los Consejos Reguladores, el Comité o panel de Cata es el órgano encargado de analizar la calidad sensorial de un vino, para posteriormente informar si es apto o no y que sea reconocido como vino con derecho a pertenecer a la Denominación de Origen. En palabras de Marisol Losada, presidenta del Comité de Cata de la DO Vinos de Gran Canaria,, “se encarga de hacer el análisis organoléptico (valoración cualitativa de un alimento) de las muestras de vino que presentan al Consejo Regulador los bodegueros adscritos a la Denominación de Origen para ser calificadas”. Losada añade que “estas catas son totalmente a ciegas, sin que tengamos más datos que el color del vino, su contenido en azúcares o si tiene algún tipo de crianza. Con total desconocimiento de la bodega a la que pertenece o la zona de origen, para que podamos ser objetivos en nuestro criterio”.
Además, casi por definición del propio panel y por su pasión hacia el vino, sus integrantes se encargan de la labor de promoción, difusión o formación, como afirma Josefina Rojas, secretaria de este comité. Rafa García, antiguo secretario del panel y uno de los precursores del mismo, mantiene que uno de los principios que le impulsa es promocionar la potencialidad de los vinos de Gran Canaria como vinos únicos. Algo en lo que insiste otro veterano, Juan Socas, que vio cómo nació este Comité de Cata. Socas cree que el vino de Gran Canaria se encuentra en un momento dulce.
El comité de la DO Vinos de Gran Canaria, compuesto por 19 personas, cumple ese doble papel, el de evaluación y el de promoción. 11 mujeres y 8 hombres que cuentan con formación en vinos, y en concreto en vinos de la zona, nociones de enología y viticultura. Es el caso de Nayra Gómez, una sumiller que comenzó en un supermercado y posteriormente se integró en este comité. Ahora organiza catas profesionales y es firme defensora de los vinos grancanarios. Un principio, el de la defensa de los productos de Gran Canaria en general y del vino en particular, que impulsa a personas como Samuel Suárez a aportar a este grupo humano.
Aniceto García también es sumiller y, a pesar de no ser oriundo de las islas, es un firme defensor de nuestros exclusivos vinos y del consumo kilómetro 0. Los matices del vino grancanario lo han enamorado.
Es el mismo caso de Matilde Fugini, una italiana que reconoce Gran Canaria como “una isla muy rica en vinos”. Su pasión la llevó hasta este Comité de Cata, donde ya es miembro de pleno derecho.
Todas estas personas, con historias diversas, prestan su trabajo de manera totalmente altruista. Ellas y ellos tienen sus trabajos y el vino grancanario es una pasión. “Mi relación con el mundo del vino comenzó en los años 80, época en la que ya visitaba bodegas y de vez en cuando me apuntaba a catas con los amigos. Y fue después de varios años fuera de la isla por motivos laborales, cuando a mi vuelta descubrí el vino de Gran Canaria como vino más serio, lejos de aquellos avocados que nos tomábamos en el Monte Lentiscal de jovencitos”, relata Marisol Losada, cuya incorporación tuvo lugar en 2016 después de varios años de estudios relacionados con esta actividad.
“Finalicé mis estudios de sumillería en 2014, y en 2016 se convocaron plazas para futuros catadores dentro del comité. Recuerdo que se presentó un gran equipo de profesionales y, dado que se cubrieron todas las plazas, quedé como catadora en formación, tras lo que, al cabo de unos meses, pasé a formar parte del comité como catadora oficial”, cuenta su experiencia Josefina Rojas.
En el día a día, el Comité de Cata de la DO Gran Canaria se encarga de las Catas Oficiales de muestras y también de las catas que deben impartir en colaboración con instituciones. Además, organizan charlas y formación dirigidas principalmente a alumnos de las escuelas de sumillería y servicio de vinos. Pero no descuidan la formación interna en un mundo que, como señala Losada, está en constante cambio. Finalmente, una de las acciones principales que realizan es la visita mensual a los bodegueros adscritos a la Denominación de Origen, en la que establecen lazos y acercan su labor.
Hablamos de un comité altamente valorado por el Consejo Regulador. Pedro Suárez, presidente del CRDO de Vinos de Gran Canaria, afirma que “tenemos el mejor comité de cata que podemos tener”. La importancia del Comité de Cata es central a la hora de asegurar la calidad de los vinos. Las bodegas del CRDO de Vinos de Gran Canaria tienen la posibilidad de realizar autocontrol de sus muestras. Aun así, gran parte de ellas confían en el criterio profesional del Comité de Cata para valorarlas.
Una labor esencial que tradicionalmente ha quedado a la sombra dentro del Consejo Regulador y que ahora la DO Gran Canaria está dando a conocer a través de sus acciones, formación y visibilidad.
Ellas y ellos forman parte del conjunto de Paneles de Cata que dependen de los 11 Consejos Reguladores que tenemos en nuestras islas. Paneles en los que el nivel de catadoras y catadores va en aumento, con personas muy competentes y profesionales que colaboran a que el nivel de calidad de nuestros vinos sea cada vez mayor. Vinos de nuestra tierra cuyas características los hacen únicos.