Científicos descubren un nuevo tipo de material en películas muy finas de vidrio
Químicos de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) han descubierto un cambio no esperado de las propiedades del vidrio al condensarlo en unas capas muy densas y al mismo tiempo ultrafinas por medio de la deposición de vapores de este material.
Se trata de una tecnología de solidificación de vidrio alternativa al enfriamiento del vidrio fundido y sirve para fabricar películas ultrafinas de cristal para las pantallas OLED, gafas, otras lentes y fibras ópticas, reduciendo el gas al estado sólido directamente. Los investigadores pretendían aumentar la densidad del material y reducir al mínimo su grosor y finalmente tropezaron con un límite, en el que las más finas películas se comportaban como un líquido, incluso a temperaturas muy bajas.
El material resultante puede ser propenso a la formación de gotas o la cristalización, en lugar de volverse más denso y mantener la forma, revela una nota universitaria, difundida el lunes pasado. Dentro de los experimentos realizados, se producía la transición de fase, es decir el material se transformaba de vapor a líquido, pero este estado resultante no era un líquido habitual, ni tampoco un cuerpo firme.
"Los dos líquidos tienen estructuras distintas", asegura la profesora asociada de Química Zahra Fakhraai, quien dirigió la investigación y compara las diferencias entre ambos tipos de líquido con las que tienen dos formas sólidas de carbono: el grafeno y el diamante. "Hay muchas propiedades interesantes que surgieron de la nada y nadie había pensado que en películas finas se podrían ver estas fases", dice Fakhraai y opina que se trata de "un nuevo tipo de material".
Yi Jin, estudiante posgraduado que forma parte de su equipo, añade: "Por lo que vemos en los vidrios, también podría haber fenómenos interesantes que surjan de otros materiales, como los materiales metálicos que se usan comúnmente en los semiconductores".
El nuevo conocimiento tiene un valor práctico, estiman los investigadores, puesto que la necesidad de envasar y mantener las vacunas a temperaturas muy bajas requiere un vidrio diferente del que se usa hoy en día en el sector farmacéutico, para que las ampollas no se rompan por el frío.