ÚLTIMA HORA

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

"EL PSOE hace negocios oscuros aprovechando la pandemia"...

...carta a la ciudadanía del Comité de Empresa del Servicio de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

Canarias Noticias - 09/09/2021
Trabajadores de limpieza. Las Palmas de GRan Canaria/ canariasnoticias

EL PSOE HACE NEGOCIOS OSCUROS APROVECHANDO LA PANDEMIA

Comité de Empresa del Servicio de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

"Supongo que lo recuerda perfectamente: hace poco más de un año, el 15 de marzo de 2020, nos despertamos con un estado de alarma recién decretado que pretendía hacer frente a la propagación incontrolada de un virus, a tientas porque todavía no se sabía mucho de él y con mucho desconcierto. Era algo que modificaba radicalmente nuestro ritmo de vida diario. Se cerraron las puertas de la mayor parte de los negocios, ya no había trabajo al que ir (y quién sabe si al que volver cuando esto pasara y de qué vivir mientras) y solo siguieron funcionando una serie de actividades, entre ellas los servicios calificados como esenciales. Aquí es donde entro yo. Mientras usted tenía que quedarse obligatoriamente en su casa sin poder salir más que para determinadas cosas (cuidar a alguien, comprar comida o medicamentos, ir al médico), yo tenía que ir a trabajar obligatoriamente todos los días. Mi trabajo es el de la recogida de los residuos de la ciudad. Si no se llevara a cabo, las consecuencias para la salud pública serían aun peores que las de la propagación del virus. Cierto es que en esto de la gestión de residuos y en la limpieza somos muchas las personas implicadas que estábamos en la misma situación, compañeros y compañeras de talleres, de administración, de inspección, de limpieza viaria dando el callo, respondiendo…, pero hoy, si me lo permite, me quiero dirigir a usted y hablar por mí, aunque sé que probablemente le transmita en alguna medida el sentir general de todas esas personas.

Para qué mentirle, yo, al igual que usted, tenía miedo. No sabía qué me podía encontrar en la calle, tenía contacto diario con la basura de toda la ciudad y tampoco sabía nada del virus (¿recuerda que al principio se pensaba que se transmitía por contacto?), luego volvía a mi casa con el temor constante de “llevárselo” a mi familia y hacer daño a quienes tenía que proteger. Para colmo, no sé si lo sabe, como había escasez de mascarillas, se les dieron todas a los sanitarios y no teníamos ninguna, tampoco equipos de protección individual (EPI los llaman) para evitar el contagio. Y no crea que no me dieron ganas más de una vez, aunque fuera por un momento de desesperación transitoria, de salir corriendo, pedir algún permiso o coger vacaciones, pero ni esa posibilidad tenía porque hasta los días libres y vacaciones que ya había solicitado antes de la pandemia se suspendieron con el estado de alarma. Tenía que ir a trabajar sí o sí.

Decía que quería dirigirme a usted porque usted fue quien me ayudó. Sí, más que las palabras a los medios de la concejala Inma Medida (ya sabe, la de los carnavales) diciendo que su servicio estaba cumpliendo y haciendo esto o lo otro, a mí lo que me dio ánimos para ir a recogerle la basura todos los días fue que usted reconociera mi esfuerzo y me lo agradeciera. No sabe lo que me hizo venirme arriba el que usted, desde la ventana o el balcón de su casa me aplaudiera, me diera las gracias, me pusiera una pancarta con un mensaje de ánimo o me mostrara su apoyo de la forma que mejor le pareció. Me sentí como esas personas de las películas americanas que han de sacrificarse para salvar al mundo de una invasión extraterrestre y cuentan con la fe en ellas y la esperanza de toda la población. Así salía yo todos los días a trabajar, sabiéndome esencial, con un renovado sentido del deber respecto a lo público, habiendo comprendido el vínculo y la verdadera dimensión de lo que se llama ciudadanía, porque usted me hacía sentirme así. Nunca se lo agradeceré lo suficiente.

El caso es que ahí estábamos, usted y yo en pleno inicio del confinamiento, viendo también cómo se nos venía encima una crisis en la que todo el mundo iba a tener que arrimar el hombro para ayudar a las personas más vulnerables y prácticamente volcar la mayor parte de los recursos en servicios sociales. He de decirle, con ese orgullo de ciudadanía recién estrenado del que le hablaba antes, que en ese momento en el Servicio de Recogida nos bajamos el sueldo para ayudar. Pero se ve que todos no estábamos en el mismo barco. Ya lo decía la periodista Naomi Klein en su libro sobre la doctrina del shock, cuando explicaba cómo las grandes empresas se aprovechaban encantadas de los desastres y las catástrofes para hacer negocio apropiándose de lo público. Mientras usted y yo estábamos a lo nuestro, el Ayuntamiento le daba a dedo, saltándose los procedimientos legales, a una empresa privada, FCC (Fomento de Construcciones y Contratas), la gestión del servicio de recogida de residuos en veintitrés sectores que eran de gestión directa municipal, alegando la emergencia sanitaria y la salubridad pública, mientras durara el estado de alarma. Qué quiere que le diga, después política de hechos consumados: nadie preguntó nunca, pues ya que lo tienes tú…, no le contesto a quien me pide información sobre ese contrato porque van pasando los meses y los sectores no vuelven… Hace una semana acabó definitivamente el estado de alarma y siguen los sectores en manos privadas. Y yo, idiota de mí, he estado intentando estas últimas semanas cuadrar el círculo y comprometiéndome a trabajar más para hacer viable la vuelta de esos sectores a nuestras manos, y ahora la concejala anuncia (qué sorpresa), cuando ya le debe más de tres millones de euros a FCC, que los quiere privatizar.

No le quepa duda, todos los estudios lo dicen, la gestión pública de los servicios públicos es más barata que la privada. Tampoco le quepa duda de que esos millones los pagará la ciudadanía de su bolsillo, como hace (hacemos, usted y yo) siempre. La impunidad ejercida durante mucho tiempo termina siendo temeraria y me gustaría pensar que pagando por lo que hace, pero ya sabe, soy idiota. La clase política reacciona como lo que es, como clase, cierra filas en torno a sus integrantes y corre estúpidos velos. Me gustaría decir, y creo que a usted también, algo así como “al menos por ahora”, pero ya van demasiadas y nadie nos reprochará que mantengamos la prudencia del escepticismo. Lo que sí le digo es que usted y yo hemos demostrado con hechos que somos ciudadanía responsable y consciente del valor de lo público. Gracias otra vez, de corazón, por el apoyo y la oportunidad de formar parte de lo común, lo nuestro, lo comunitario. Puede que seamos carne de cañón, y puede que en algo sí tengan razón, en que todavía hay clases, pero de personas, y en la nuestra somos infinitamente mejores".

Comité de Empresa del Servicio de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

Noticias más leídas del día