PUERTO DE FONSALÍA
FEPECO celebra y agradece a Pedro Martín y a Sebastián Franquis que hayan puesto sensatez para abordar el puerto de Fonsalía
Oscar Izquierdo manifiesta su satisfacción por la seriedad del planteamiento, la oportunidad histórica del mismo y la valentía política del Consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias Sebastián Franquis y del Presidente del Cabildo de Tenerife Pedro Martín, para acometer, sin dejarse influenciar por la demagogia o el populismo, un macroestudio, que defina el futuro portuario de Tenerife, que sin duda, redundará en conseguir plenamente, una mejoría sustancial con una conectividad segura, rápida y sostenible de las cuatro islas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Por fin, se empieza a ver racionalidad y cordura en todo el debate que ha acontecido alrededor de la construcción del Puerto de Fonsalía. Porque las obras de infraestructuras, cualquiera que sean, no pueden analizarse sólo desde un punto de vista, en este caso, se quería imponer solamente la afectación medio ambiental, como se ha pretendido ideológicamente y a eso se llama fundamentalismo. Como han planteado muy bien, los dos responsables públicos, también hay que tener en cuenta las ventajas y condicionamientos económicos, financieros, sociales, territoriales y de vertebración insular, con los estudios correspondientes, que esclarezcan sus verdaderas repercusiones. A eso se denomina una gestión política marcada por la pluralidad, concordia, acuerdo y consenso.
La premura con la que se quiere hacer este macroestudio, es una demostración de que hay interés en buscar soluciones aceptables para todas las partes y no empantanarse en debates estériles, que lo único que sirven es para crispar el ambiente social, económico y político, además de retrasar indefinidamente las obras a ejecutar que, de eso, desgraciadamente, tenemos en Tenerife muchos ejemplos. Además, planteando ya, alternativas y propuestas concretas, se está avanzando a lo que se ha hecho históricamente en nuestra isla, que era dilatar todo, para su caducidad y no ejecución. Este acuerdo entre la Consejería y el Cabildo viene a poner sobre la mesa, la necesidad de saber escuchar, dialogar, ceder, acordar y proponer lo mejor para cada isla y para Canarias en su conjunto.