¿Por qué el Papa visita la Embajada de Rusia pese a cancelar parte de su agenda por problemas de rodilla?
En un gesto sin precedentes, el Papa Francisco ha visitado este viernes por la mañana la embajada de Rusia ante el Vaticano para «expresar su preocupación por la guerra». El pontífice ha estado en la sede diplomática en Via della Conciliazione más de 30 minutos.
El Vaticano habla con gestos. No se recuerdan otras visitas del obispo de Roma a embajadas extranjeras, ni siquiera a la italiana. Sin duda, el Papa está intentando que su iniciativa llegue al entorno del presidente ruso, Vladimir Putin.
La Santa Sede ha evitado tomar partido con alguno de los bandos, precisamente para mantener abierta la posibilidad de una mediación.
En la secretaría de Estado insisten en que al menos por ahora siguen vigentes las palabras de ayer del cardenal Pietro Parolin, quien subrayó que «aún hay tiempo para la buena voluntad, aún hay espacio para la negociación, aún hay lugar para el ejercicio de una sabiduría que impida que prevalgan los intereses creados, proteja las legítimas aspiraciones de cada uno y evite al mundo la locura y los horrores de la guerra».
La visita del Papa a la embajada rusa se enmarca dentro ese «aún hay espacio para la negociación».
El Papa realizó la visita exprés a la embajada rusa ante la Santa Sede a pesar de que una inflamación de rodilla le ha llevado a cancelar una visita a Florencia prevista para el domingo, y la procesión y misa del próximo miércoles 2 de marzo, miércoles de ceniza.
En un comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede, el Vaticano anunció por sorpresa que «a causa de una 'gonalgia aguda', para la que el médico ha prescrito un periodo de mayor reposo de la pierna, el Papa Francisco no podrá viajar a Florencia el domingo 27 de febrero, ni presidir las celebraciones del Miércoles de Ceniza el 2 de marzo».
Francisco ha recibido esta mañana las cartas credenciales de la nueva embajadora de Grecia ante el Vaticano, y en las imágenes distribuidas se le veía cojeando igual que en los últimos días.
El Papa tenía previsto clausurar este domingo un encuentro por la paz de alcaldes y obispos del Mediterráneo. Se preveía un contundente discurso sobre la situación actual en el norte de Europa. También era importante la procesión y la ceremonia del miércoles, pues no ha mantenido esta costumbre desde que estalló la pandemia.
Según la literatura médica, la «gonalgia aguda» puede ser fruto de una rotura de ligamento o desgarro de cartílago.
Durante una ceremonia el pasado 25 de enero, el Papa Francisco sintió un fuerte dolor en la rodilla, que los médicos atribuyeron a un «problema de ligamento». Entonces, los doctores le recetaron ejercicios de fisioterapia y le pidieron que bajara de peso, pero por ahora la terapia no ha surtido efecto.
En cualquier caso, el Vaticano quiere restarle importancia, y ha publicado este mismo viernes la agenda oficial del viaje del Papa a Malta, previsto para los días 2 y 3 de abril. El Papa se desplazará en catamarán hasta la isla de Gozo, rezará en la llamada «Gruta de San Pablo» y visitará un centro de acogida de emigrantes.