El plan de Rabat según el ex jefe del Gobierno marroquí: «Primero el Sáhara, luego Ceuta y Melilla»
Marruecos no ha dado ninguna garantía de respeto a la soberanía española de las ciudades autónomas. De hecho, al contrario. El anterior presidente del Gobierno de Mohamed VI, Saâd-Eddine El Othmani, que dejó el cargo en 2021, reconoció sin tapujos en una entrevista a un diario marroquí en 2020 que había una hoja de ruta específica para Ceuta y Melilla. «Esa cuestión se abrirá algún día. Primero, el Sáhara».
El 19 de diciembre de 2020, con la relación diplomática entre España y Marruecos viviendo sus peores momentos, el diario marroquí Acharq Al Awsat (de corte monárquico) entrevistó al jefe del Gobierno de Mohamed VI. Una larga entrevista, de cerca de una hora de duración y difundida íntegramente sin cortes, en la que El Othmani repasaba con meridiana claridad asuntos de interés nacional para Marruecos. Y entre ellos, cómo no, el futuro del Sáhara Occidental y las ciudades de Ceuta y Melilla.
La conversación sobre el destino de las ciudades españolas discurrió así:
PREGUNTA: ¿Entenderá España la posición de Marruecos en Ceuta y Melilla?
RESPUESTA: Ceuta y Melilla serán puntos en los que inevitablemente habrá que abrir el debate.
P: ¿La inacción es ahora la postura (de Marruecos)?
R: Ahora la inacción es la postura, sí.
P: ¿Por qué Marruecos no toma la iniciativa, en este contexto de acercamiento diplomático, para abrir este asunto prorrogado desde hace mucho tiempo?
R: Desde hace 5 o 6 siglos… Eso se abrirá algún día.
«Primero el Sáhara»
Prosigue la entrevista:
P: ¿Las corrientes diplomáticas no son propicias actualmente?
R: Primero debemos culminar la cuestión del Sáhara.
P: ¿Es la prioridad?
R: Es la prioridad ahora. A esas cuestiones (Ceuta y Melilla) les llegará su tiempo.
P: ¿Son territorio marroquí? Son dos territorios a los que se aferra Marruecos, como el Sáhara, dicen algunos. ¿Son prioridad entonces?
R: Sí, es verdad. Pero ahora, lo importante es convivir conjuntamente. Y como he dicho, la posición de España sobre el Sáhara es más equilibrada, más acorde a las resoluciones del Consejo de Seguridad (de la ONU), en el objetivo de lograr una solución «política, duradera y acordada».
P: Entonces, ¿es un me apoyas en el Sáhara y me callo ante Ceuta y Melilla?
R: La gestión marroquí en sus asuntos está basada en la acción. Y esta es una decisión soberana.
Estas declaraciones alarmaron hasta tal punto a la diplomacia española que el Ministerio de Exteriores -en aquel momento en manos de Arancha González Laya- llamó a su embajador en Rabat a consultas.
Ceuta y Melilla
En aquella entrevista, el Gobierno marroquí dejó clara su postura y su hoja de ruta a seguir sobre el Sáhara, Ceuta y Melilla. Un plan cuya primera etapa culminó el pasado viernes, con el giro histórico del Gobierno de Sánchez respecto al Sáhara y el reconocimiento de la autonomía marroquí como solución a un conflicto estancado desde hace 47 años. Un giro que, además, abre una profunda división interna en el seno del Gobierno de coalición.
Moncloa, una hora después de que se conociese la carta enviada por Sánchez a Mohamed VI, convenientemente filtrada por Marruecos, respondió con un comunicado asegurando que, con este acuerdo, España y Marruecos inician «una nueva etapa de relación» que estará «basada en el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente».
«Todo ello», dice el Gobierno, «para garantizar la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de nuestros dos países».