El Cabildo de Gran Canaria lleva a las aulas el conocimiento del Paisaje Cultural con la edición de la guía didáctica ‘La huella de los Canarii’
El Cabildo contribuye a llevar a las aulas el conocimiento del Patrimonio Mundial de la Isla, con la edición de la guía didáctica ‘La huella de los Canarii’, que incluye más de cincuenta propuestas concretas para fomentar la difusión de los valores del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, en Primaria, Secundaria y Formación Profesional, a la vez que anima a los centros educativos a subir a la cumbre y conocerla a través de las personas.
La publicación recoge la experiencia del proyecto homónimo surgido en la comunidad educativa y plantea múltiples propuestas didácticas, que vinculan distintas materias, desde la geografía, la historia o las matemáticas, pasando por la lengua, las ciencias sociales, o la educación plástica y visual, entre otras áreas, con el Paisaje Cultural, que cumplirá el 7 de julio el tercer aniversario de su reconocimiento por parte de la Unesco.
“Es importante que ustedes sean protagonistas, pues son decisivos a la hora de conservar esta riqueza y transmitirla al conjunto de la sociedad”, señaló el presidente del Cabildo, Antonio Morales, en la presentación del libro ante casi un centenar de estudiantes y docentes. “Este trabajo transmite mucho respeto y cariño por un espacio que forma parte de nuestra memoria, de un sentimiento y de una identidad colectiva”, recalcó en un acto donde también participaron el consejero de Patrimonio Histórico, Teodoro Sosa, y el gerente del Instituto Insular para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera, José Armengol.
Por su parte, el responsable técnico del Paisaje Cultural, José de León, recalcó que el trabajo con la juventud y la infancia es un eje fundamental de la figura “para perpetuar una cultura que ha sido capaz de situarse en lo más importante del mundo” y alabó “el esfuerzo” del profesorado para hacer posible la iniciativa.
En esta misma línea, el profesor del IES Siete Palmas David Pérez, uno de los impulsores del proyecto, proclamó que “la educación y la sociedad en su conjunto tienen el deber de procurar que las personas que en el futuro van a tener que conservar este tesoro lo vivan, lo conozcan y lo experimenten”.
El libro contiene cuarenta códigos QR que dirigen a los contenidos desarrollados e ideados por el proyecto ‘La huella de los Canarii’ en los tres últimos años con la participación de los IES Cairasco Figueroa, Arucas, Siete Palmas, Agaete y Cruce de Arinaga, así como del CEO Tejeda y los CEIP Artenara y Alcaravaneras.
Este profuso material, que abarca documentación y contenidos audiovisuales, permite asomarse al Paisaje Cultural desde múltiples perspectivas. Entre ellas, están la realidad virtual que reproduce la Cueva de los Candiles, las imágenes en 360 grados de Acusa Seca, fichas informativas y de actividades, sopas de letras con el léxico canario y glosarios de términos, un cómic, láminas, fotografías, como por ejemplo de la loza al modo antiguo que practica Mari León, enlaces a rutas, blogs y una aplicación.
El apartado dedicado a las propuestas didácticas es un amplio reflejo del contexto histórico, geológico, humano y natural del Paisaje Cultural donde se incita a realizar un rap, murales de palabras ligadas al sector primario, dibujos, grabaciones de reportajes, entrevistas para contribuir a la memoria oral, dibujos e incluso se aportan tutoriales para aplicar el croma, técnica que permite grabar con la superposición de imágenes en el montaje, en este caso extraídas del Patrimonio Mundial.
En el área de las matemáticas, aparecen problemas de cálculo basados en la población del barrio de Acusa Verde, el coste de los productos propios de la zona y otros baremos tomados de la realidad del Paisaje Cultural, así como la identificación de formas geométricas en el entorno. Destaca igualmente la transmisión de información básica sobre el territorio que abarca el Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera, el análisis de la pervivencia de elementos aborígenes bajo el epígrafe ‘El hilo que nos une’ o la calidad ambiental.
Igualmente, es posible acceder al Canal de Youtube del proyecto, donde están alojados vídeos para trabajar las diferentes temáticas, así como descargar la versión en papel, que da acceso a los recursos mediante códigos QR, y la digital, donde el acceso se realiza a través de enlaces directos.
La propia guía del libro es una declaración de intenciones que pone por delante que ‘La huella de los Canarii’ hunde sus raíces en una máxima: “lo que no se conoce, no se ama”. Y, además, en el afán de un grupo de docentes por acercar a la comunidad educativa a un Paisaje Cultural, tan asombroso como muchas veces poco conocido entre la comunidad educativa y en el que también se pone en valor la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. No en vano, la contribución al desarrollo sostenible del territorio y de las comunidades locales es otra de sus fuentes de inspiración.
Pero, más allá del abundante material de última generación, la guía didáctica señala que la experiencia en el seno del Paisaje Cultural debe ocupar un “lugar central” para lograr esa conexión entre alumnas y alumnos con el territorio y las gentes que le dan vida y mantienen en ocasiones tradiciones centenarias e incluso milenarias.
Esta filosofía cristaliza en el capítulo ‘Vive el Paisaje Cultural’, que traslada al papel las inmersiones sensoriales y de adquisición de conocimientos de primera mano en la cumbre que, tan solo en la última edición, vivieron más de 800 estudiantes en estancias de tres días o en visitas de una jornada y cuya experiencia es el mejor reclamo para convertir el Patrimonio Mundial en el escenario de una clase al aire libre.
La simbiosis entre el aprendizaje de las materias lectivas y el medio vuelve a ponerse de manifiesto. Así, la visita al locero de Lugarejos plantea trazar el alzado y el perfil de los objetos que Mari León crea sin torno y haciendo uso de una laja como base para modelar el barro que trae de Tamadaba y que amasa con sus propios pies antes de cocerlo al aire libre, en el guisadero con leña de monte, piñas del pinar y pinocha.
Es una excusa perfecta para preguntarse por las aplicaciones de conceptos matemáticos en la artesanía, para el cálculo de las proporciones o en las mediciones, formas y colores de las piezas que salen del telar de Las Arbejas.
Otra sugerencia a la que resulta casi imposible resistirse es adentrarse en el Centro de Interpretación del Paisaje Cultural situado en Artenara o recorrer los caminos de la Cumbre de la mano de las gentes del paisaje, ‘museos’ de saberes en sí mismas y parte básica de esta iniciativa intergeneracional.
Estas mujeres y hombres ayudarán al alumnado a contemplar el territorio con otros ojos y comprender la importancia de las acequias como las ‘venas’ que le dan vida a la cumbre o el sostén que aportan los bancales que hace Lalo García. Cada charla de Manolo Rivero, Jenni Cabrera, Anastasio o el desaparecido Miguel Medina, para quien hubo un emotivo recuerdo, ha sido una asignatura en sí misma. También se apuntó la posibilidad de establecer videoconferencias.
Otra sesión práctica que propone el libro es poner un sacho en manos del alumnado, para que sean agricultores o reforestadores forestales por un día, o que se acerquen también a la práctica de la ganadería y los oficios medianeros.
El libro ‘La huella de los Canarii. Guía didáctica para adentrarnos en el Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria’, ha sido editado por el Instituto Insular para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, las dos figuras Unesco que confluyen en territorio y objetivos en la Isla.
El volumen transforma en una potente herramienta educativa para cualquier centro los resultados del proyecto educativo y comunitario de la Asociación ‘La huella de los Canarii’, financiado por el programa EnSeñas Patrimonio de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias y que ha contado además con el apoyo del Instituto del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria y del Área de Medio Ambiente del Cabildo, así como de la Fundación Lidia García y los ayuntamientos de Artenara y Tejeda.
Este libro hace más profundo el surco y desbroza el terreno para que las semillas del conocimiento de ámbitos territoriales tan valiosos como el Paisaje Cultural o la Reserva de la Biosfera, reconocidos internacionalmente, sigan germinando entre la sociedad isleña.