Niños en invierno: 10 consejos para mantenerlos abrigados

Durante la época de invierno, es normal que busquemos la forma de abrigar a nuestros bebés e hijos de la mejor forma posible. De lo contrario, empezarán a aparecer distintas enfermedades típicas del frío. Más allá de la ropa a elegir, debes prestar atención a ciertos factores para cuidarlos y protegerlos en todo momento. 

Consejos para cuidar a tus bebés del frío 

Sea que tengas un bebé recién nacido o un niño con algunos añitos, los consejos son muy similares para unos y otros. La diferencia es que los bebés requieren de mayor atención y no podrán expresarte realmente cómo se sienten o qué es lo que necesitan en ese momento por lo que tendrás que ser tú mismo quien lo detecte de forma natural. 

Utiliza varias capas 

Siempre está la duda de si al bebé lo hemos abrigado bien o no. Para ello, lo mejor es utilizar el método de las capas. De esa forma vas a poder ir ajustando a medida que pase el tiempo si estás de paseo con el niño. En esta metodología lo que se dice es que la primera capa es la debe de ser más ajustada al cuerpo ya que es la que va a guardar el máximo de calor corporal. En la segunda capa puedes poner algo un poco más grandecito y ya la última será alguno de los abrigos de bebé. 

Revisa el material de las prendas 

Otro punto para mantener a los bebés y a los niños abrigados es el hecho de revisar el material de las prendas. Lo mejor es que sean materiales que absorban muy bien la humedad y que de esa forma la piel esté siempre seca. 

Protege sus pies, orejas y nariz 

Los más pequeños sufren mucho el frío en sus partes más sensibles. Así, más allá del chaquetón de bebé que elijas no olvides las manos, orejas, pies y nariz. Presta atención a proteger los oídos que son de los que más sufren y pueden causarle otitis. 

Controla los cambios de temperatura 

Una de las cosas por las que más sufren los bebés y los niños en el invierno es por los cambios de temperatura del ambiente. De pasar a estar en casa muy calentitos con la calefacción, al frío extremo de la calle. Para evitar todo ello hay que hacer que estén con la ropa adecuada en cada sitio y que no sea tan repentino el cambio. 

Temperatura ambiente en el interior 

Para que el bebé esté abrigado y no sufra durante el invierno, la temperatura en el interior del hogar debe de ser la adecuada. Lo ideal es que sea una temperatura que esté entre los 22º a los 24º. En la noche que sea sobre los 22º para que no tenga tanto calor ya que estará tapado con sus mantas o saquito de dormir. 

Revisa la temperatura corporal 

La temperatura corporal es algo que debes de estar mirando con frecuencia en un bebé, pero también en los niños más adultos. Puedes tocarle la tripa para ver si está fría o el pecho. En el caso de los bebés si está muy rojo en la piel es que tiene frío. 

Lleva más abrigo contigo 

Si tienes que salir de casa y no estás seguro de si lo has abrigado lo suficiente, una solución sería el llevar alguno de los abrigos para bebés contigo. De esa forma, vas a poder añadir algo extra si lo requiere y quedarte tranquilo que no sufrirá de frío. 

Vigila la temperatura en el baño 

Cuando estés bañando al bebé, puedes hacer que en invierno los baños sean más cortos. Bastará con 10 minutos. Además, que su temperatura esté tibia y que el ambiente no supere los 24º. 

Previene la sequedad en los labios 

Los niños y bebés, así como los adultos, pueden llegar a tener mucho frío en los labios y hacer que se resequen. Una forma de protegerlos de ello es colocando un poco de vaselina neutra. Esto es algo importante cuando vas a salir a la calle y sabes que hace mucho frío. 

 Cúbrelo a la hora de dormir 

Por la noche los bebés se mueven mucho al igual que los niños, con lo que hay que buscar un sistema para que estén cubiertos. Una buena táctica es el uso de un saco de dormir antes que una manta. Eso hará que estén abrigados toda la noche y tengan libertad de movimiento. 

Esperamos que estos consejos te sean de gran utilidad para mantener a tu bebé y niño protegidos del frío invernal.