FÚTBOL
La U.D. Las Palmas, cometiendo de nuevo los mismos errores, no mereció ni siquiera empatar
Los amarillos se adelantaron con un tanto magnífico de Sandro Ramírez en una primera mitad en la que gozó de notables ocasiones, incluso para sentenciar la noche. Pejiño envió dos balones a los postes, pero en la segunda mitad todo cambió. El Villarreal igualó en una jugada de estrategia y todo el esfuerzo final quedó en nada.
Con este marcador, el conjunto de García Pimienta afronta dos semanas apasionantes, con visita al Cartagena y recepción final al Alavés. Restan 180 minutos cargados de grandes dosis de emoción.
Fue una tarde-noche frenética en el Estadio de Gran Canaria. Tras unos primeros minutos de estudio mutuo, la UD Las Palmas se lanzó hacia la portería buscando con prontitud el gol de apertura que reforzara el liderato en la clasificación.
El primer protagonista del partido fue Fran Pejiño. Por su costado derecho llegaron las ocasiones iniciales. El jugador andaluz disparó en dos ocasiones a la carpintería del Villarreal B, elevando el grado de emoción de los seguidores grancanarios. A los 8 minutos, tras una jugada de Lemos y un rechazo, Pejiño envió con su izquierda un misil a la madera de Iker Álvarez. El balón salió dirigido hacia fuera del campo. Y en el 14, tras abrirse un hueco en el área, de nuevo el barbateño probó con su pierna derecha. Pero el chut a media altura de nuevo acabó escupido por el poste del filial.
Las Palmas había pasado a controlar por completo el encuentro, aunque asumía también sus propios riesgos. En una de esas jugadas de contragolpe, Fer Niño envió el cuero a las redes de Valles, pero el gol no fue válido al recibir en fuera de posición levemente adelantada.
Todo quedó en un susto, pero no cegó la ambición de los jugadores de García Pimienta. A los 26 minutos llegaría el 1-0 obra de Sandro Ramírez. La jugada fue emitida por Kirian Rodríguez, filtrando un excelente pase en dirección al área visitante. Lemos tocó el balón y dejó a Sandro frente al portero, para cruzar un obús directamente al ángulo. En un primer momento el colegiado anuló el tanto, pero la sala VAR lo ratificó al comprobarse la correcta posición del goleador grancanario.
El Villarreal volvió a dejar dos momentos amenazantes antes del descanso. En el 40 Leal cabeceó picado y envió también el balón al poste. Y en el tiempo extra fue su compañero Tasende el que se plantó ante el portero de la Rinconada, pero Valles negó el gol tapando con la pierna el disparo raso.
El partido cayó en prestaciones ofensivas en la segunda mitad. Las Palmas refrescó piezas y cargó esfuerzo en defender su renta. Marvin Park, en el minuto 70, tuvo su oportunidad tras veloz carrera de Marc y pase al segundo poste donde el balear contactó disparando fuera. Los minutos iban cayendo y los 24.482 espectadores animaban a sus jugadores, entregaban el aliento popular para que no se vaciara el esfuerzo.
Sin embargo, a diez minutos del final llegó el tanto del empate de Mbacke -también ratificado por la sala VAR-, que provocó la pérdida del liderato. Pero la batalla sigue.