El incendio forestal de Tenerife hace necesario realizar nuevas evacuaciones preventivas en Candelaria

La superficie afectada se estima en unas 800 hectáreas
En el dispositivo de extinción intervienen 14 medios aéreos (uno de ellos de coordinación), 150 efectivos terrestres, más 60 de seguridad y 40 de logística

La evolución del incendio forestal declarado cerca de la media noche en el municipio de Arafo, en Tenerife, y que afecta al municipio de Candelaria y a zonas limítrofes de Santa Úrsula y La Victoria, ha hecho necesario que, con el objetivo de proteger a la población, se proceda a la evacuación de parte alta de la zona de Igueste de Candelaria, en los márgenes del Camino de La Cuestita, desde la confluencia con los caminos La Morita y Partes Caminos. En este sentido, la dirección del plan #INFOCA informa que se ha habilitado el pabellón de Punta Larga en la avenida de Los Menceyes, en el mismo municipio, para las personas que necesiten albergue provisional.

Esta mañana se procedió también al desalojo de los núcleos situado por encima del kilómetro 3 de la TF-523 y una decena de viviendas en Las Lagunetas, y durante la noche se evacuó los diseminados de Arrate, Chivisaya, Media Montaña y Ajafona. Para estos desplazados se ha habilitado un albergue en el Colegio Andrés Orozco, en Arafo, aunque la mayor parte de las personas se han realojado en casas de familiares.

Durante el día de hoy están participando un total de 13 medios aéreos y se han solicitado tres aviones anfibios al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco). Por tierra son más 150 efectivos los que combaten el fuego, incluyendo medios del Cabildo de Tenerife, Gobierno de Canarias y Ministerio, además de la Unidad Militar de Emergencias. Está previsto que esta tarde se sumen efectivos de bomberos de Gran Canaria y de Lanzarote.

El consejero de Política Territorial, Manuel Miranda, responsable de Emergencias, insta a la población a seguir las instrucciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad y protección civil en caso de recibir la orden de evacuación y respetar, en todo momento, los cortes de las carreteras de acceso a la cumbre.