Destilerías Aldea rinde homenaje a su patriarca con el exclusivo single cask de 20 años “Don José”
La maestría de José Quevedo palpita en cada una de las únicas 257 botellas de “Don José”. El cariño y la dedicación del maestro ronero durante todo el proceso de elaboración y fermentación impregnan el sabor singular de este ron artesanal
El espíritu creativo del maestro ronero José Quevedo se inspira claramente en su padre y patriarca de la familia Quevedo, Don José Manuel Quevedo
El talento creativo de José Quevedo, maestro ronero y propietario de Destilerías Aldea, no parece tener límites. Su más reciente creación es un homenaje a su padre y fundador de Ron Aldea, Don José Manuel Quevedo, quien a finales de 1969 decidió trasladarse a La Palma para continuar el legado familiar y darle el impulso definitivo al mejor ron agrícola de España. José Quevedo ha logrado un licor excepcional que ha descansado durante 20 años en una vieja barrica de vino de las 15 que su padre seleccionó personalmente, para dar como resultado un ron singular, que ya se puede adquirir a través de la web de desliteriasaldea.es y en la sede de la Destilería en El Melonar, sobre el acantilado de Rompecabos, junto a Puerto Espíndola en San Andrés y Sauces en la isla de La Palma.
“Don José”, que así se llama el primer single cask de 20 años de Destilerías Aldea, es un ron 100% agrícola con carácter potente y muchos ésteres (componentes aromáticos que surgen durante la fermentación); una edición limitada de 257 botellas seleccionadas para situar a Ron Aldea entre las grandes marcas de ron en el mundo, y que ya se puede degustar, aunque de manera muy exclusiva, por parte de los grandes amantes del ron.
La maestría de José Quevedo palpita en cada una de las únicas 257 botellas de “Don José”. El cariño y la dedicación del maestro ronero durante todo el proceso de elaboración y maduración impregnan el sabor singular de este ron artesanal que ha dado como resultado un producto final exclusivo y muy cotizado, confeccionado para ser degustado con la pausa necesaria para saborear todos sus matices.
Un hombre, 15 barricas
A lo largo de su vida, Don José Manuel Quevedo, tercera generación de maestros roneros de Destilerías Aldea, eligió minuciosamente durante cada zafra 15 barricas excepcionales, cada una especial por su origen y vida anteriores. 15 barricas en las que cincelar, poco a poco, extraordinarios licores nutridos de roble, vinos, brandy y salitre.
Con la elaboración de este ron de autor artesanal single cask de 20 años, el maestro ronero José Quevedo ha honrado de manera particular a su familia y la visión diferencial de su padre, Don José Manuel Quevedo, con un ron único que respira la tradición de destilar la caña sobre fuego de leña en antiguos alambiques, logrando imprimir potencia y profundidad al resultado final de cada añada, sin perder de vista su elegante sabor. Rones de terruño que reviven el pasado glorioso de la caña de azúcar en Canarias y de una calidad en boca extraordinaria.
La encomiable dedicación y entrega de cuatro generaciones de maestros roneros de la familia Quevedo nos permite hoy disfrutar de una amplia y cuidada selección de productos clásicos y ediciones limitadas, que otorgan prestigio y seña de identidad a Ron Aldea en todo el mundo.
El espíritu creativo del maestro ronero José Quevedo se inspira claramente en su padre y patriarca de la familia Quevedo, un hombre adelantado a su tiempo que hace más de 20 años vislumbró la singularidad de los rones de autor, elaborados únicamente con jugo fresco de caña de azúcar y madurados en una sola barrica durante toda su vida. Una materia prima imbuida por el arrullo constante de los suaves vientos alisios y el salitre del bravo Océano Atlántico que rompe a los pies del acantilado de Rompecabos en Puerto Espíndola, en San Andrés y Sauces, donde cada año se obra la magia en Destilerías Aldea.
Un sabor enraizado a La Palma
Hasta la última gota de cada una de las únicas 257 botellas seleccionadas para elaborar “Don José” single cask de 20 años evoca el viaje en el tiempo de las 15 barricas excepcionales que conforman el legado de toda una vida, de una elección consciente realizada durante cada zafra por el patriarca de la familia, Don José Manuel Quevedo, para lograr la excelencia, de una sintonía que solo el tiempo y la maestría del maestro ronero José Quevedo ha logrado capturar y encapsular en piezas únicas.
Su embaucador color cobrizo, con reflejos caoba, despliega aromas y sabores que no dejan indiferente. Y es precisamente ese aroma cautivador de caramelo tostado, vainilla cremosa y roble ahumado, con sutiles notas de frutas tropicales maduras y especias cálidas, la antesala del placer que está por venir.
Los matices envolventes que se respiran de forma elegante y embriagadora alcanzan el clímax en boca tras paladear una textura sedosa y rica que obsequia complejas sensaciones con sabores de caramelo, chocolate negro y pasas, sobre un fondo de ricos matices de nuez moscada, canela y toques de café tostado sobre una cama de notas balsámicas, perfectamente integradas y equilibradas. Una combinación aromática e irrepetible que se entremezcla con las esencias de la isla de La Palma, con sus sabores y contrastes hasta moldear un ron largo, suave y sabroso, que permanece con una sensación cálida, persistente y satisfactoria en el paladar, donde vuelven a evocarse los recuerdos de caramelo quemado y frutas confitadas.
El maestro ronero José Quevedo ha perfilado los matices únicos de “Don José” hasta alcanzar la excelencia, durante un largo proceso que ha alumbrado una bebida singular capaz de conquistar los paladares más exigentes.
Maestros roneros
La historia de Ron Aldea nace en Gran Canaria, pero se asienta en La Palma. Desde 1936, la familia Quevedo ha sabido mantener vivo el espíritu de una tradición centenaria heredada por sus maestros roneros. Hoy, cuatro generaciones después, sigue vivo ese mismo espíritu.
Don Manuel Quevedo Alemán (1872-1968) funda en 1936 la Destilería Ron Aldea en el municipio de La Aldea de San Nicolás de Tolentino en Gran Canaria. Nacido en Arucas, emigra muy joven a Cuba pasando en 1888 a Santo Domingo donde, en ambos lugares, ejerció labores en el mundo de los ingenios azucareros.
A mediados de los 50 es Don Carmelo Quevedo, hijo de Don Manuel, quien se va a la Palma con la marca Ron Aldea, dando lugar un segundo ciclo en la historia y producción de este producto. Unos años más tarde, en 1969, un hijo de Carmelo, José Manuel Quevedo Hernández, se traslada también a la Palma para continuar con esta historia familiar.
Hoy en día es la cuarta generación que lidera José Quevedo, quien mantiene vivo el espíritu de los primeros maestros roneros, y nos ha obsequiado con “Don José”, este extraordinario single cask de 20 años de Destilerías Aldea que marcará una época.