El consejero señala que estas ayudas del Programa de Desarrollo Rural están dotadas con 1,8 millones de euros destinados a sufragar el 100% de los daños en medios de producción
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias ha publicado el Orden por la que se convocan para el ejercicio 2024 las subvenciones destinadas a la reconstrucción del potencial de producción agrícola dañado por los incendios de La Palma y de Tenerife en el verano de 2023, y por la borrasca tipo DANA que afectó en diciembre de 2022 al municipio palmero de Fuencaliente.
El consejero del área, Narvay Quintero, ha explicado que estas ayudas, que se enmarcan en el Programa de Desarrollo Rural (PDR), están dotadas con 1,85 millones de euros dirigidos a sufragar el 100% de los daños en medios de producción.
Para la publicación de esta convocatoria ha sido necesario que el Consejo de Gobierno acordara, a propuesta de la Consejería de Agricultura, en febrero de 2024, la declaración de la situación de catástrofe en el sector agrario como consecuencia de los mencionados incendios, y la adopción, en marzo del mismo año, del acuerdo de declaración de situación de adversidad climática por la borrasca que afectó a Fuencaliente los días 6 y 7 de diciembre.
El ámbito territorial de las ayudas, que están cofinanciadas por la Unión Europea a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), por el Gobierno de Canarias y por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, será el de las zonas afectadas, es decir, en el caso de la borrasca tipo DANA la zona comprendida entre La Zamora y El Banco en el término municipal de Fuencaliente, en cuanto al incendio de La Palma, los municipios de Puntagorda, Tijarafe y Los Llanos de Aridane, y en relación al incendio de Tenerife, los municipios de Güímar, Arafo, Candelaria, El Rosario, Tacoronte, El Sauzal, La Matanza, La Victoria, Santa Úrsula, La Orotava y Los Realejos.
Las solicitudes para acceder a estas líneas de apoyo podrán presentarse desde hoy, 20 de mayo, hasta el 20 de junio de 2024, a través de la sede electrónica del Gobierno de Canarias (https://sede.gobiernodecanarias.org/sede/procedimientos_servicios/tramites/9276), según el modelo normalizado que se ofrece.
La documentación a presentar por las personas solicitantes comprende, además de la solicitud, una memoria técnica, un presupuesto que debe reflejar las distintas unidades de obra, tres ofertas de diferentes proveedores, y la declaración responsable de los importes recibidos por cualquier sistema de seguro. En caso de actuar mediante representante se debe aportar la acreditación de la representación, y en el caso de asegurados, la autorización relativa a los Seguros Agrarios que determine la entidad AGROSEGURO, S.A.
Podrán acogerse a estos fondos los agricultores, ganaderos, agrupaciones de éstos o entidades públicas, que estén inscritos en el REGEPA o en el REGA y dispongan del informe del Cabildo insular que acredite que los daños producidos por el desastre han causado al menos la destrucción del 30% del potencial agrícola de la explotación, tal y como establece la normativa europea por la que se rige esta convocatoria.
Cabe recordar que, en el caso de La Palma, el incendio causó daños en infraestructuras agrarias y cultivos, especialmente en cítricos, aguacates, almendros, hortalizas para autoconsumo, frutales templados y viñedos. Por otro lado, el incendio forestal de Tenerife originó daños principalmente en el cultivo del castaño, así como en frutales templados como manzanos, perales y ciruelos, entre otros. Asimismo, los daños en infraestructuras agrarias incluyen vallados, tuberías, pequeños cuartos de aperos, corrales, zonas de pastos y colmenares.
La borrasca trajo consigo intensas precipitaciones durante un corto período de tiempo, acompañadas de un intenso aparato eléctrico. Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones, desprendimientos, cortes de carretera y daños en explotaciones agrícolas, fundamentalmente de platanera, con especial incidencia en la costa del municipio, en la franja comprendida entre La Zamora y El Banco, en la que fuertes escorrentías de agua arrastraron una gran cantidad de material que terminó por sepultar fincas y bloquear vías de acceso.