DEPORTES AUTÓCTONOS
El calabazo y el juego del palo, primeros protagonistas de la Semana Canaria de Deportes Autóctonos
Este lunes, el Instituto de Educación Secundaria (IES) José María Pérez Pulido, en el municipio palmero de Los Llanos de Aridane, acogió una exhibición de ambas modalidades a cargo de estudiantes de distintos centros de la isla
La Semana Canaria de Deportes Autóctonos, tras la ceremonia inaugural celebrada el pasado viernes, prosigue su recorrido por todo el archipiélago con el estreno, este lunes, de su calendario de eventos en las instalaciones del IES José María Pérez Pulido, en Los Llanos de Aridane, donde se celebraron sendas exhibiciones del juego del calabazo y del palo canario.
Ambas demostraciones corrieron a cargo del alumnado del Ciclo Formativo de Grado Superior de Actividades Físicas y Deportivas del IES Virgen de las Nieves, en Santa Cruz de La Palma, y de Bachillerato del IES Eusebio Barreto Lorenzo, en Los Llanos de Aridane, y en el caso del palo canario también participaron estudiantes de Bachillerato del centro anfitrión, ante la presencia de sus propios compañeros, así como de otros procedentes del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) La Laguna y del Colegio Sagrada Familia
Calabazo y palo canario
El juego del calabazo tiene su origen en la actividad agrícola propia de las islas. Su objetivo principal consiste en elevar agua desde una acequia a otra que se encuentra en un nivel superior, usando para ello un recipiente que se conoce como calabazo. Existen distintas variantes del reglamento: gana el que mayor número de trasvases realice sin derramar agua o el primero en llenar un depósito de 500 litros mediante este sistema.
La elección de Los Llanos de Aridane como sede para esta exhibición dentro de la Semana Canaria de Deportes Autóctonos no ha sido casual, pues los primeros registros documentados sobre esta actividad, que datan de 1868, se encuentran en el ayuntamiento de este municipio palmero. Además, se da la circunstancia de que el IES José María Pérez Pulido cuenta con la única instalación para la práctica del calabazo de todo el archipiélago.
Por su parte, en el juego del palo canario, también conocido como lucha del garrote, dos luchadores se desafían con palos de madera exhibiendo sus reflejos y habilidades. Esta modalidad, que no tiene un componente competitivo ni hay vencedores o vencidos, supone un homenaje a las prácticas defensivas de los aborígenes canarios que ha pervivido hasta nuestros días.